Un africano en mi cuerpo
Fecha: 31/05/2021,
Categorías:
Sexo con Maduras
Hardcore,
Sexo Interracial
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... Quería sentir esa pija negra enorme dentro de mi cuerpo, que iba a calmar mi calentura por unos cuantos días…Tuve un sobresalto cuando ese glande bien grueso rozó mi labia.Giré mi cabeza para mirar a Maurice y pedirle que tuviera cuidado y me la metiera despacio, ya que nunca me había hecho coger por un negro tan bien dotado; lo cual por supuesto, era mentira…Maurice sonrió como si hubiese entendido y de repente me aferró por las caderas. Cuando quise acordarme, me hundió esa tremenda verga hasta la mitad de su largo, haciéndome saltar hacia adelante con el impulso. Intenté debatirme, pero sus manos negras me sostuvieron con firmeza y me dejaron inmóvil y a su completa merced…Lo miré otra vez para suplicarle misericordia; pero entonces él sonrió con una expresión diabólica en sus ojos cargados de lujuria y otra vez empujó sus caderas hacia adelante, enterrándose en mi cuerpo hasta que sentí sus bolas chocar contra mi vulva…Allí se quedó quieto, mientras sus pesadas manos dejaban libres mis caderas y subían por mi cuerpo, buscando aferrar mis tetas.Comenzó a acariciar suavemente mis pezones ya bien endurecidos y de repente me soltó unas buenas cachetadas en mis glúteos, que quedaron marcados con arañazos al rojo vivo.Después sus manos regresaron a mis caderas y comenzó a balancear su cuerpo, bombeándome la concha con mucho frenesí.Empecé a gritar como loca. Maurice me tomó por los cabellos y su otra mano tapó mi boca, ahogando mis alaridos de dolor y placer.Así me tuvo ...
... por casi media hora, cogiéndome sin importarle demasiado mis gritos y dedicándose solo a su propio placer.Cuando pensé que me iba a desmayar, tuve por fin un primer orgasmo, que me dejó temblando todo el cuerpo sin control.El negro era incansable y continuó disfrutando de mi concha hambrienta por un largo rato más.Finalmente sentí que tensaba su espalda hacia atrás, rugía como un oso y descargaba una abundante cantidad de semen tibio en el fondo de mi agradecida vagina. Enseguida se salió y yo caí rendida hacia adelante.Cuando me repuse un poco, me atreví a mirar hacia atrás. La verga negra seguí bien erecta, como si todavía no hubiese empezado a hacer nada. Sonreí y Maurice me devolvió otra amplia sonrisa. Me mojé otra vez; quería que me cogiera otra vez…Maurice se sentó en el sofá y de repente levantó mi cuerpo por la cintura, como si fuera una pluma. Me hizo sentar a horcajadas sobre sus muslos y pronto sentí que su tremenda pija negra se adentraba otra vez en mi ahora bien dilatada concha.Comencé a cabalgarlo como loca; disfrutando de esa cosa negra que entraba y salía de mi vagina, taladrándome ahora según mi propia voluntad…El olor corporal de ese negro me puso más loca todavía. Aceleré mi vaivén sobre su verga, mientras él me chupaba los pezones.De pronto, sin esperarlo, un golpe eléctrico recorrió mi cuerpo desnudo y otro nuevo orgasmo afloró; esta vez mucho más intenso y más sonoro que el anterior. Lo grité hasta caer desmayada sobre el ancho pecho del negro.Cuando ...