1. Desayunando al Botones (Tras la despedida se soltero 4)


    Fecha: 31/05/2021, Categorías: Gays Autor: Pidroso, Fuente: SexoSinTabues

    ... cada entrenamiento o partido esos dos iban a seguir follándoselo y yo estaba a 600km sin poder impedirlo. Llegué al curro y repasé con el encargado de recepción el planning de la jornada. Se esperaba la llegada de poca gente porque la mayoría de las entradas se habían producido antes de las cuatro, pero las dos suites reales, las de la última planta, estaban reservadas para una despedida de soltero, incluyendo además barra libre en la discoteca del Parador y en los mini bares de las habitaciones. Peña de pasta me comentó Joan, el encargado, hay que tratarlos muy bien, me repitió como tres veces en menos de cinco minutos. Me fui a cambiar, para ponerme el uniforme de botones, que afortunadamente en Paradores no era de color rojo. Mi traje de curro consistía en pantalón de tergal negro, camisa blanca, corbata negra y chaqueta cuello Mao negra con el logotipo de Paradores en el bolsillo del pecho. El pantalón ya desde que empecé a currar me quedaba demasiado ajustado. Cierto es que tengo unas nalgas poderosas pero ya le había avisado a la gobernanta por si se podían enviar a sacarle un poco del tiro al taller de costura que confeccionaba toda la ropa del Parador. Lo cierto es que el turno empezaba tranquilo y antes de la cena pude dedicar una hora a buscar referencias en el portátil para un trabajo que tenía que entregar a mediados de semana. Después de la cena se empezó a animar la jornada, sobre todo porque llegó el grupo de la despedida de soltero y les acompañé a las ...
    ... suites. La verdad es que era un grupo variopinto de especímenes masculinos, todos trajeados de diferentes estilos, pero hacían un grupo muy salao, y todos tenían su punto. Ya venían contentillos de la cena, y en el ascensor el cachondeo era máximo. Les enseñé las habitaciones que al estar comunicadas y ser exactamente iguales me evitó tener que soltar dos veces el mismo rollo. Al acabar la turné por la habitación me acompañó hasta la puerta el mayor de todos ellos, que se presentó como Jose y debía pasar los cincuenta aunque era realmente atractivo. Me comentó que a las tres y media de la madrugada vendrían tres strippers y que le gustaría que las acompañase hasta la habitación, justo hasta la puerta de esa habitación no de la otra, dándome para agradecerme el servicio un billete de cien euros de propina. Joder, que guay, así molaba el rollazo de subir a las habitaciones y tratar al cliente como si fuese memo enseñándole hasta como encender las luces. Lo normal es que cayese una propina como mucho de diez euros, si caía una de veinte ya era un festival. El resto de la noche ya no pude trabajar más en el portátil. Estuve subiendo botellas de cava a algunas habitaciones de parejas, pero sobre todo me tocó estar en la puerta del Parador indicándole a los grupos despistados por donde se entraba a la discoteca, que era por un lateral, para que no molestasen a los huéspedes entrando por la puerta principal. A las tres y cuarto cerró la Disco y los grupos salían para seguir la marcha por ...
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