1. Solo apariencias


    Fecha: 31/05/2021, Categorías: Lesbianas Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    ... busqué su mirada hacia la derecha, donde ella se sentaba, pero ella solo miraba fijo a su monitor, entonces me dijo:
    
    No me mires, no despertemos sospechas…
    
    De acuerdo, en que puedo ayudarte?
    
    Esta noche mi marido no estará en casa…
    
    Es una invitación?
    
    Si Anselmo, quiero que vengas y me COJAS TODA! te deseo…
    
    Aunque me había pedido que no la mirara, no pude evitar hacerlo, como una reacción inconsciente, pero ella no me devolvía la mirada, solo notaba como se le dibujaba una sonrisa.
    
    Seguimos charlando unos minutos, por instinto mi pija se había endurecido bajo el escritorio, mientras ella me siguió provocando hasta enloquecerme.
    
    Esa noche conocería a la otra Zulema, lejos de esa niña inhibida y sumisa, llegué pasada la media noche, y una nueva mujer se presentaría ante mí, con el cabello mojado, los ojos pintados y los labios ardientes, respiraba deseo, un corsé de cuero negro clavado en su cuerpo, apretaba sus dos enormes tetas que se elevaban amenazantes, me recordaba a esas películas de época feudal, en su cintura se afinaba de tal manera que parecía cortarle la circulación, abajo terminaba en porta ligas, los cuales estaban libres ya que los elásticos de la medias bucaneras no ameritaban su uso, un pequeño culote de látex negro completaba el cuadro, dibujando sus anchas caderas, con un generoso trasero en el cual se perdía la pequeñez de la prenda, ella fue directa al grano:
    
    Empezamos? No perdamos tiempo….
    
    Y sin darme opción a nada introdujo ...
    ... su lengua en mi boca, la movió con destreza buscando cada rincón, la tomé por la cintura y la apreté con fuerza, pegué su cuerpo al mío, nos abrazamos, pronto sus jadeos evidenciaron el aumento de la temperatura y mi verga se iba endureciendo contra su vientre.
    
    Tomó mis manos que estaban en su cintura y las bajó hasta sus nalgas, haciéndome sentir la dureza de sus carnes y la curvatura de su trasero, luego se colgó de mí, abrazándome por los hombros y rodeando con sus piernas mi cuerpo, como si se tratara de una mona, apenas pude sostenerla tomándola con firmeza por su culo, seguía besándome sin parar, como poseída.
    
    Me recosté contra la puerta de entrada, no podía con su peso, ella lo percibió por lo que bajó para girar sobre sí misma, ahora me apretaba con su trasero, bien fuerte, bien profundo, mi pija se pegaba a él, pasé mis manos bajo sus brazos y apreté sus tetas, generosas, firmes, excitantes, las liberé del corsé que las aprisionaba, sus pezones estaban duros, los acaricié en círculos, los apreté con ternura primero, con fuerza después.
    
    Zulema se apartó de mi lado y me invitó a que la siguiera, en el camino mis ojos se perdieron en su perfecto trasero, que distante que estaba de esa chica introvertida de oficina, llegamos al cuarto matrimonial, me pidió que me desnudara, sus ojos se posaron deseosos en mi verga, me hizo recostar y me pidió que dejara la luz del velador encendida, quería que la observara, abrió un poco mis piernas para colarse entre ellas, me ...
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