1. Camioneros: olor a macho. Parte 1.


    Fecha: 06/11/2017, Categorías: Gays Autor: asdfgh29, Fuente: SexoSinTabues

    ... que siente mi novia cuando me la chupa!, y podía adivinar fácilmente lo que Tomás necesitaba. Un movimiento suave y constante, sin parar, llenándolo de saliva calentita. , moviendo la lengua por el capullo. , apretando mucho los labios en la base cuando la tenía toda adentro. , haciendo que esos mismos labios húmedos se frotaran una y otra vez donde la cabeza de la pollon se une con la columna de carne dura. -Aaaahhh!. ya estoy nene. , me viene. - aparté la boca y Tomás puso el bote delante de su cachonda polla, con los dedos ensalivados lo masturbé fuerte, la sentía dura y pensé que era así como yo mismo me la hacía. Enseguida Tomás se corrió, Joder! Soltó muchísima leche! Un poco me mojó la mano y estaba calentita. fueron tres o cuatro disparos rápidos, potentes y muy largos de semen blanco, yo seguía moviéndosela porque sé que eso da gusto, no quería soltársela sin que hubiera terminado el orgasmo, pero al final él me apartó la mano y sonrió relajándose. -Ahora el gatito se va a tomar la lechita. - Como si estuviera alimentando a un niño se puso a mi lado y cogió la cucharilla, al contrario que con la mía, esta vez no revolvió el yogur, cargó una cuchara con apenas yogur en el fondo y toda su crema por encima y me la acercó poniendo la boca en "O" como hacen las madres. Yo miraba fijamente la cucharilla y abrí muy poco la boca, pero él aprovechó para metérmela entera y descargar encima de mi lengua. Estaba tibia, espesa, suave como la seda y llenó mi boca de una ...
    ... blandura ácida. Después me dio otra, que degusté más despacio y otra y otra. mientras tragaba miraba el rostro de Tomás con sus ojos brillantes y su barba crecida, al final ya solo era yogur. Cuando terminé lo besé en la boca por un impulso irrefrenable. Él me correspondió, hasta que nos separamos y cansados nos echamos en la colchoneta, abrazados. Nos dormimos así, aunque a mí me costó un poco más que a él, que hecho polvo por el viaje y conducir se quedó frito enseguida. A la mañana siguiente continuamos nuestro camino. Desayunamos en abundancia, hicimos más kilómetros con música, hablamos de motos pero no de sexo, aunque los dos pensábamos en eso. Paramos a comer en las afueras de un pueblo donde se reunían los camioneros y nos hartamos de hamburguesas. El sitio era de lo más asqueroso que he visto en mi vida, bastante sucio. Tomás saludó a unos cuantos colegas. Al terminar fuimos al baño, Dios! Era un cuarto mediano que olía mal y estaba lleno de camioneros. En una pared estaban los lavamanos con un espejo grande encima y en la pared de enfrente las cabinas de water sin puertas! Estaban todas ocupadas, se veían los hombres sentados con los pantalones y calzoncillos en los tobillos y las camisetas levantadas hasta la barriga, que nos miraban con ojos de pez mientras hacían fuerza por atrás, yo no sabía si podría hacerlo allí, me daba mucha vergüenza. Había de todo, jóvenes y maduros, camioneros de caras serias o sonrientes, se veían las barrigas blancas y los ombligos redondos, ...
«12...101112...18»