1. Mi sobrina Verónica


    Fecha: 07/11/2017, Categorías: Infidelidad Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    CAPITULO 1
    
    EL INICIO
    
    Verónica es una muchacha con un carácter un poco complicado, cuando está de buen humor, su risa se escucha por toda la casa, pero cuando está enojada, que es la mayor parte del tiempo, pasa seria, y es difícil entablar una conversación con ella, se encoje de hombros se coloca sus audífonos y se encierra en su mundo.
    
    Con sus casi 19 años, de estatura media, alrededor del 1,65 y un cabello lacio y largo hasta media espalda, de un color castaño oscuro, muy bonito en verdad. Su rostro un tanto fino, ojos grandes de color café claro, lleva lentes y eso le hace ver muy intelectual. Sus labios carnosos y muy sensuales, que cuando está en plan de coqueta, no pierde la oportunidad de sacar un poco su lengua y mordérsela de una manera muy sexy. De piel canela, una tersura deliciosa, espalda un tanto ancha, y no porque haga deporte, sino por genética, unos pechos grandes, imagino que no alcanzaré a tomarlos completamente con mis manos, muchas veces los esconde, parándose mal, y sacando la espalda como un cargador de mercado.
    
    Su cuerpo es muy bonito, tiene unas caderas anchas, piernas un tanto largas y bien formadas, y aunque no tiene una cintura de avispa, provoca abrazarla de esa cintura y atraerla hacia uno, para tocar ese trasero redondo y firme que se nota tiene. Su voz es, como describirla, diferente, tiene un toque carrasposo que la hace tan sensual al escuchar.
    
    De cariño todos le dicen Vero, y es sobrina de mi esposa, y he de reconocer que se ...
    ... parecen mucho las dos. Hace un tiempo acabó sus estudios de colegio y está estudiando la universidad, y aunque nunca fue un cerebrito para los estudios, no tuvo mayor problema en pasar los años.
    
    En cuanto al amor, nunca se le escuchó de novios o pretendientes, y si los tuvo, seguro los tenía fuera de casa, donde nadie se entere. Como lo hacen la mayoría de adolescentes actualmente. Aunque a mí me había confesado, que si había tenido uno que otro, pero que ninguno le dudaba mucho, porque eran unos idiotas, no sé a qué se refería con eso.
    
    Cuando yo me casé, ella era muy pequeña y creo que no le caía muy bien, como mi hermana y mi cuñado vivían fuera de la ciudad, no los veía mucho, pero de todas maneras, pasando el tiempo vino a vivir con sus padres a la ciudad, las cosas fueron cambiando, y muchas veces conversaba conmigo mucho más que con su misma familia.
    
    Aunque no ocurría muy seguido, en ocasiones me escribía un “hola” y empezábamos a chatear por largo rato, en otras ocasiones yo le buscaba o le dejaba un mensaje que ella leía incluso pasados algunos días, siempre conversábamos de cosas que le pasaban, o simplemente de trivialidades sin importancia, me encantaba hacerla reír.
    
    No tengo idea de cuando empecé a verla como mujer, pero si hago memoria, pienso que fue en una ocasión en la que por alguna situación nos reunimos entre semana la familia de mi esposa y nosotros, ella llevaba puesta el uniforme de su colegio, veamos si mi descripción hace méritos de cómo la ...
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