1. Mi sobrina Verónica


    Fecha: 07/11/2017, Categorías: Infidelidad Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    ... vi aquella vez.
    
    Llevaba una falda plisada color gris hasta un poco más arriba de las rodillas, medias panty nylon color brandi, unos zapatos de taco pequeño de color negro que hacían juego con su chaqueta formal de color negro. Una blusa de manga larga y cuello formal de color blanco que llevaba fuera de la falda a manera de rebeldía, su cabello suelto, pintada los ojos y un brillo labial en sus labios. La fantasía de una colegiala para cualquier hombre.
    
    Noté que, por efectos de la pubertad, sus caderas se habían ensanchado y sus piernas estaban más gordas y contorneadas, sus pechos también habían crecido y se notaba que los botones de su blusa luchaban por mantenerse unidos, pude apreciar un sujetador de color negro que abrazaba esos delicioso y virginales pechos.
    
    Caminaba de una forma sensual, moviendo las caderas y haciendo sonar los tacos, como para llamar la atención, nada mas de verla, sentí algo que nunca había sentido al verla, una erección descomunal que tuve que ocultar como pude, manteniéndome sentado, pero no podía disimular comerla con la mirada, repasar la forma de sus piernas cruzadas al sentarse o el movimiento de sus caderas cuando caminaba.
    
    Ya no era esa niña que corría haciendo diabluras por ahí, con el resto de primos de contemporánea edad, sino era prácticamente una mujer, una muy hermosa mujer. Aunque sus actitudes en momentos todavía un tanto infantiles, físicamente de una manera muy fácil y obvia, podría ser objeto de deseo de cualquier ...
    ... hombre.
    
    Nuestra familia tenía la costumbre de reunirse ante cualquier oportunidad, cualquier cosa era un pretexto para hacerlo, yo con el tiempo me había acostumbrado a estas reuniones, aunque en principio eran un tanto aburridas para mí, trataba de disimularlo de la mejor manera.
    
    Pero desde que me di cuenta la mujer que tenía por sobrina, seguía haciéndome el rogado en asistir a esas reuniones, aunque por dentro me moría de ganas por morbosear el cuerpo de esa deliciosa adolescente.
    
    No perdía la oportunidad para disimuladamente tomarle fotos o grabar un video de ella, para luego en su honor tener una buena sesión de pajas. Yo creo que Vero si se daba cuenta, y hasta le gustaba.
    
    En ocasiones me pedía ayuda con sus tareas y yo con una paciencia increíble la ayudaba, ni con mi propia hermana o hijo he tenido tanta paciencia como con ella. Y de vez en cuando la tomaba de sus manos, unas manos delicadas y muy finas, de dedos largos, y entrelazaba sus dedos con los míos, ella se dejaba, no sé por qué.
    
    Si a alguna reunión yo no podía asistir puntualmente y me demoraba por cuestiones del trabajo, según me contaba mi esposa, ella preguntaba a cada rato donde estaba yo, hasta que yo llegaba, e incluso hasta su propia madre, mi cuñado le molestaba diciendo “ya llegó por quién llorabas”, ante lo cual yo me hacia el desentendido, al igual que ella.
    
    Con el tiempo las reuniones familiares, me daban la oportunidad de notar que ella se sentaba frente a mí, aunque alejada, pero ...