1. Secreto de confesión


    Fecha: 07/06/2021, Categorías: Confesiones Autor: Nikaibz, Fuente: CuentoRelatos

    ... conocimientos, puedes trabajar en el jardín, en la cocina, en el planchado de los hábitos, o tal vez en las oficinas con la madre Abadesa, si usas el ordenador- me explicó.
    
    -Estudié teología y letras, no sé si sirve de algo- me excusé.
    
    Terminamos el desayuno, las hermanas se fueron a sus labores y yo tuve que acudir al despacho de la madre Sofía para que me diera una labor. Cuando llegué allí la hermana Catalina salia del despacho echa una furia, pero al verme se paró en seco y me sonrió.
    
    - Hola hermana- dijo repasándome con su mirada.
    
    - Hola- contesté agachando la cabeza
    
    - ¿Necesitas algo?- preguntó acercándose demasiado.
    
    - Vengo a ver a la madre Sofía, tiene que darme un trabajo- dije dándole la espalda y dirigiéndome a la puerta.
    
    Ella me agarró de la muñeca y tirando ligeramente me dijo.
    
    - Yo puedo darte un trabajo.
    
    Me solté bruscamente y la miré con desprecio, tenía que contarle esto a alguien.
    
    Llamé a la puerta del despacho y la madre me dijo que pasara, yo cerré al entrar.
    
    - Madre Sofia, vengo por lo de la labor, no se en que puesto he de estar- le dije.
    
    - Sarah, estamos solas, no me llames madre- dijo levantándose y acercándose a donde yo estaba.
    
    - Creí que eso era en las celdas- contesté.
    
    - Cuando estemos solas, ahora estamos solas- dijo acariciándome la mejilla
    
    Por un momento cerré los ojos y me dejé llevar por el contacto de su mano contra mi piel.
    
    - Veamos... Sabes usar un ordenador y has estudiado letras, podrías ...
    ... hacer las labores de secretaria, antes lo hacía la hermana Rocío pero ahora esté en la cocina haciendo pasteles- me explicó.
    
    - No sé, lo que tú creas que es mejor para mi- contesté.
    
    - Tal vez prefieras hacer jardinería con la hermana Catalina- me dijo.
    
    - Los trabajos de oficina me van bien- dije enseguida.
    
    - Bien, entonces también puedes ayudarme con la pagina web, la usamos para vender los dulces y dar información sobre el convento- me explicó.
    
    Me encantó la idea y desde aquel día empecé a trabajar con el papeleo del convento, ordenando facturas, escribiendo cartas al obispado y atendiendo los pedidos de la pagina web.
    
    Pasaron unas semanas y ya me había acostumbrado a la vida en el convento, las horas de oración, las comidas y mi trabajo, llenaban mis días, y las noches... La mayoría de noches las pasaba charlando con Sofía, hablábamos de la vida, de vivencias, y recuerdos, me volvía loca; me gustaba, ella me cogía de la mano, o me rozaba la mejilla con los nudillos, y yo me quedaba embobada mirándola.
    
    Aquella noche estaba a punto de ducharme, cuando escuché que alguien estaba en el baño de mi planta. Supuse que era Sofía, pero me equivocaba. El vapor del agua caliente lo llenaba todo, y yo acababa de ponerme bajo el chorro de agua.
    
    - Hola Sarah- escuché detrás de mí.
    
    Me di la vuelta, tapando mi desnudez como pude. Era la hermana Catalina la que estaba delante de mi, totalmente desnuda, su cuerpo delgado se acercaba a mí, tenía los pechos demasiado ...
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