La mujer del jefe - Relatos Eróticos

La mujer del jefe

... saco de papas sin despertarse, se acomodo en el sofa dejando su poderoso mastil a mi disposicion, terminator me levanto como si no pesara nada e hizo que me penetrara en el vergon que tenia al frente, mi pequeña cuquita se expandio hasta aceptar aquel inmenso pene, empece a brincar sintiendo como llegaba mas y mas profundo, tan profundo como nunca lo habia sentido, en eso siento algo humedo en mi colita, gira mi cabeza y vi la cara de terminator hurgando en medio de mis nalgas, sentia su lengua penetrando mi agujerito trasero, yo solo atine a decir en medio de gemidos de placer: p-p-por favor, por aaah ahh ahi nooo, n-ah-nu-ah-nunca lo he dejado ha-ah-ah-hacer por ahi!!!. El sonrio y sin mediar palabra puso su vergota en medio de mis nalgas, con la cabezota apuntando a mi huequito y de un solo empujon me vi estocada, lance un grito que pudo haber despertado hasta los mismos muertos, pero no a mi esposo, luego lo saco lentamente y lo dejaba ir de nuevo adentro con fuerza hasta que empece a disfrutar como loca, estaba perdiendo la cuenta de cuantos orgasmos habia tenido, pero se que mas que en toda mi vida de casada, estaban compensando los casi 6 meses de abstinencia con dos pollotas solo para mi. Ahi estaba yo, con dos vergas tan enormes como mis antebrazos, clavada por delante y por detras, con mi esposo a los pies. Senti como ambas vergas empezaron a hincharse mas y mas hasta que me llenaron con rafagas de semen en mi cuquita y en mi culito, que sensacion tan maravillosa, ...

... luego de un rato seguimos con la faena, ahora en nuestra propia cama matrimonial, con los roles invertidos, terminator me daba por delante y tripode me metia su inmenso falo en mi colita, nuevamente me llenaron de semen y agotada como estaba me quede dormida con ambos tipos desnudos en mi cama. Al despertar ambos seguian dormidos, tendria que haber ido a chequear a mi esposo, por si habia despertado tambien, pero al ver esas inmensas pollas a mi lado, que aun flacidas eran casi el doble que la de mi esposo, no pude hacer otra cosa que despertarlos como los principes que eran: con un dulce beso en la punta de sus vergas. Empece a mamar como poseida, ambos despertaron tanto sus enormes vergas como los tipos que las poseian, y de nuevo me penetraron, pero yo queria recibir su semen en mi boca, queria probar ese manjar, asi que cuando senti como se hinchaban acudi mi boca a ellos, descargaron todo lo que tenian en mi cara, en mi boca y en mis tetas. Era increible el sabor, lo disfrute como nunca y lami sus vergas hasta dejarlas limpias. Luego bajamos sin hacer ruido y vimos que mi esposo seguia tendido en el suelo, los despache a ambos dandoles un suave y tierno beso en sus bultos, haciendoles prometer que vendrian a visitarme mas seguido. Ambos aceptaron de muy buen gusto. Luego fui a por mi esposo, lo levante y lo ayude a llegar a la cama, habia olvidado por completo que tenia restos de semen por mi cara y mis tetas, el me vio y en medio de su resaca me dijo: que linda eres, ...