El suegro de mi hija un Don Juan - Relatos Eróticos

El suegro de mi hija un Don Juan

... he extrañado mucho, los besos que nos dimos el día de la boda de nuestros hijos no los he podido olvidar, cada vez que los recuerdo quisiera tenerte entre mis brazos y ella le contesto… Rafita, es mejor que te olvides de lo que paso por el bien de nuestras familias. Luego él decía… creo que tienes razón pero si alguna vez existe otra oportunidad prométeme que serás mía. Y ella le contesto… Rafita no seas loco. Chao. Ese mensaje no paraba de revolotear en mi cabeza y unas semanas después me entere que la esposa de Rafael había viajado fuera del país y aproveche la ocasión para enviarles una invitación a cenar ignorando que su esposa no pudiera concurrir, por supuesto el confirmo su asistencia a la cena que supuestamente era para los cuatro. Mi esposa alisto todo pero ella no sabía que Carmenza estaba fuera del país hasta la noche que Rafael llego a la cena. Mi esposa se sorprendió al ver que Rafael no hubiera llegado con Carmenza, pero después de escuchar su explicación, ella no le dio más importancia. Después de cenar, yo propuse pasar al estudio para que compartiéramos unos vinos y fue pasando el tiempo durante el cual yo me esmere en mantenerles las copas llenas, entretanto yo simulaba tomar whiskey, pero en realidad era té helado. Así que a la madrugada ellos estaban bastante alicorados y yo muy sobrio, pero simule estar igual que ellos y hasta más, por eso en los momentos que yo me ausentaba con cualquier pretexto, Rafael no perdía la oportunidad para acariciar en ...

... cualquier parte del cuerpo a Nubia dándole besos en la mejilla, el cuello y por momentos lo intentaba en la boca pero ella trataba de evitarlo y con señas le decía que yo podía regresar en cualquier momento, esto para mí significo que si yo no estuviera yo presente, ella le permitiría a Rafael hacer realidad sus intenciones. Era como la una de la mañana y me retire a mi habitación, me acosté y pasados unos minutos vino Nubia y me dijo, no te puedes dormir debes atender a Rafael, yo le dije simulando una tremenda borrachera, que no era capaz de tenerme en pie y que estaba muy mal,…por favor atiéndelo tú. Ella salió y minutos después regreso, yo volví a simular estar roncando y profundamente dormido, me llamo varias veces pero al no lograr respuesta me cubrió con una frazada y al salir cerró la puerta de la habitación. Pasados unos minutos me levante y comencé a espiarlos, Rafael ya se había tomado confianza y los dos estaban de pie abrazados en medio del estudio, besándose apasionadamente, Rafael no paraba de acariciar a Nubia por todas partes tratando de excitarla lo suficiente y llevarla al punto que tanto deseaba… poseerla. Nubia estaba entregada a Rafael, el hacia lo que quería con ella, la acaricio todo lo que quiso, los senos y luego de abrirle la blusa se los saco del brasier, los acaricio, beso y mordió sus pezones y ella excitada al límite empezó a gemir, luego aprovechando que la falda de Nubia era suelta y corta se la comenzó a subir para acariciar su entrepierna hasta ...