Suplicando a una diosa 1ª
Fecha: 21/06/2021,
Categorías:
Fetichismo
Autor: BubbleDreams, Fuente: SexoSinTabues
La conocí a través de instagram, después la vi varias veces de fiesta, me parecía la chica más preciosa que había visto, no era muy alta, mediría alrededor de 1´60 pero tenía una cara preciosa: ojos achinaditos pintados con una raya dejando un rabito estilo egipcio que hacía que se la resaltaran y siempre con una sonrisa burlona en sus gruesos labios. A parte de su carita preciosa la chica, que después de hablar con ella supe que se llamaba Cristina, tenía un enorme trasero redondito y respingo al más puro estilo Kardashian coronado en una cinturita de avispa increíblemente ajustadita, no me hacía falta más para desearla perdidamente y cada vez que la veía intentaba hablar con ella. Pasadas unas semanas, fuimos quedando más y yo de siempre he sido un chico al que le gusta ser sumiso de las chicas, y no podía aguantar las ganas de que Cristina me dominara y me tuviera como su juguetito. Un día que quedamos ya no podía más, me arme de valor y la conté que me gustaría mucho ser su esclavo personal y que me usara para sus más oscuros deseos, que yo con tal de complacerla haría cualquier cosa. Mi sinceridad la pillo de sorpresa e incluso parecía extrañada, pero después vi curiosidad en su mirada, y así era. Empezó como a ponerme a prueba. -¿Asique me complacerías en todo lo que yo te pida? ¿En todo, todo? -Si, por supuesto, te lo acabo de decir -Viendo que parecía que la gustaba la idea con ese “todo todo”, acabe la frase con un “mi ama”. Se rio coquetamente. -Con que tu ama, ...
... y tu mi esclavo. ¿Y si te digo que me limpies el culo con la lengua? ¿Lo harías? -Sería un honor, poder complacerte de tal forma. - La dije mirándola directamente a los ojos. -Ummm, puede que sí que me guste la idea de tener un esclavo, se me están ocurriendo unas cuantas cosas que me gustaría hacer con un perrito como tú. Porque no vienes esta noche a mi casa y probamos lo obediente que eres ¿Qué te parece? No quería que se me notaran las ganas increíbles que tenia de ir, asique la dije que me parecía una buena idea. Antes de levantarse y marcharse me agarro de la mandíbula acercándome a su cara y me dijo “Cuando abra la puerta quiero ver a mi perrito bien arrodillado y suplicando por entrar para que una diosa como yo me divierta con él ¿Entendido?”. Y se marcho dejándome ver su magnífico culo. Me mandó por mensaje su dirección y la hora a la que quería que estuviera allí. Llegue 10 minutos antes y espere en su portal pensando que iba a decir, cuando llegó la hora toqué el timbre y subí a su piso. Me arrodille en su felpudo avergonzado por si algún vecino me pudiera ver y recordando lo que había memorizado decir, llame al timbre, y me puse en posición de súplica a la japonesa. Se abrió la puerta y pude ver los dos pies de Cristina enfundados en unos elegantes zapatos de piel de tacón alto que dejaban ver sus dedos y la mayor parte de su empeine y talón. -Mi diosa, este humilde servidor ruega que le dejéis entrar – dije suplicando. - Para mí no habría mayor honor que poder ...