Nuria. Me cogió en el aeropuerto - Relatos Eróticos

Nuria. Me cogió en el aeropuerto

... empecé a turnar los dedos entre uno y otro lugar, finalmente me concentré en el clítoris, eso aceleró aún mas la respiración de Nuria, y la mía, porque ella hacía lo propio con mi pene, y lo hacía muy bien, su trabajo parecía que haría que yo terminara antes así que me moví para que ya no siguiera, vio su reloj y me dijo que ya no había mucho tiempo así que bajo el asiento y la tapa negros de la taza y se subió el vestido dejándome ver sus piernas y al bajarse las diminutas bragas negras (como les dicen en España) me dejo ver las hermosas nalgas, mantenía el vestido a la altura de su cintura quedando completamente desnuda de la cadera para abajo, me indico que me sentara pero me hinque enfrente de ella para mamar su entrepierna, le acaricie las piernas y la entrepierna, su vello púbico era negro, tupido pero muy cortito y formaba un triángulo pequeño, me acerque a la vagina pero me detuvo acariciando mi mejilla derecha y mentón que levantó hacia ella y con cara de lamento, me dijo “como me gustaría pero no podemos, ya no tenemos mucho tiempo”, me hizo una seña para que me sentara, así lo hice y se montó en mí, nos besamos y empezó a moverse con maestría, sabía muy bien lo que hacía, y sin dejar de moverse se aflojó la parte de arriba del vestido y se subió el aún mas diminuto brassiere negro por encima de dos hermosas tetas copa C, que se liberaron rebotando de arriba a abajo, las apreté por primera vez, eran firmes y muy bonitas, redonditas; me dijo “chúpame los ...

... pezones”, tenía una aureola grande y procedí a chuparlos, eso la excito porque aceleró su respiración y jadeos al tiempo que incrementaba el movimiento de su cadera, y le dije “espera, espera” porque ya sentía que me venía, disminuyó el movimiento al tiempo que me susurraba “está bien, está bien, no importa”, volvió a incrementar la velocidad y yo respiraba y apretaba tratando de retrasar el orgasmo, al mismo tiempo le acariciaba por todos lados y le apretaba sus nalgas y pechos pero nuevamente le dije que me esperaba y ella nuevamente me dijo “está bien, está bien no te preocupes”, bajó el ritmo de la cadera y nos besamos nuevamente y le volví a chupar los pezones, luego me abrazó con fuerza y apretó su cara junto a la mía, mejilla con mejilla y nuevamente incrementó el movimiento de cadera, al tiempo que le comencé a acariciar suavemente el ano, eso la exito mucho y me fue pidiendo que acelerara las caricias, empezó a gemir y a jadear y nuevamente le pedí que esperara pero ya no hizo caso, sus jadeos y gemidos aumentaron de volumen y yo ya no pude mas, ella empezaba a venirse justo cuando yo estaba ya en plena eyaculación (fue eso mas que orgasmo, debido a mi afán por esperarla), instintivamente aumentó el movimiento de cadera para tratar que la erección se mantuviera, pero eso nunca funciona cuando el hombre ya está en plena venida, se movió un poco hacia atrás sacando el pene que ya estaba a media erección y aun apoyada en mis muslos, se empezó a masturbar (se le había quedado ...