1. Conociendo a Rogelio


    Fecha: 09/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos

    Recuerdo que un sábado por ahí de la 1:00 de la tarde me sentía aburrido así que me fui a mi habitación a ver videos porno en mi celular. Empecé viendo videos hetero, tríos y terminé viendo porno gay. Esto último me puso cachondo, el simple hecho de imaginarme desnudo con otro chico me empezó a dar vueltas en la cabeza, así que decidí darme una vuelta por páginas de clasificados de hombres buscando hombres.
    
    Mandé algunos mensajes sin éxito a chicos de mi zona hasta que un chico me contestó, su nombre era Rogelio. Él tenía unos 34 años y yo 36, ambos de complexión media, pero él unos 10 cm más alto que yo, los dos con un tipo de cuerpo normal. Sin muchas pretensiones de ninguna de las partes decidimos vernos y ver qué pasaba, si no había la suficiente química pues nos tomaríamos una cerveza y listo.
    
    Quedamos en vernos como a unos 10 minutos de mi casa, yo llegué a pie y aproveché en pasar a comprar condones y lubricante por si acaso ya que mi nuevo amigo quedó en comprar las cervezas. Rogelio llegó en su auto unos pocos minutos después de mi, y sin bajarse de su auto solo bajó la ventanilla para que con la mirada ambos hiciéramos contacto y nos reconociéramos. Yo me sentía un poco nervioso, pero nada fuera del cosquilleo que uno siente cuando sabe que tendrá compañía sexual.
    
    Al subir nos saludamos como dos buenos amigos y haciéndome una seña al asiento de atrás me hace saber que ya pasó a comprar las cervezas y yo por mi parte le enseñé que había cumplido con mi ...
    ... parte de comprar condones y lubricante. Ambos nos sentimos cómodos sabiendo que ninguno de los dos quería pasarse de listo o abusar de la buena voluntad del otro.
    
    Rogelio me dijo que si no me importaba ir a un departamento "vacío" que tenía en la zona... Y pues le dije que por mi estaba bien, que no había problema. En el camino me comentó que era un departamento de su madre y que no sabían si venderlo o rentarlo, que por eso estaba casi vacío. Llegamos a su departamento y solo había un televisor, un estéreo, un sillón y un refrigerador.
    
    Pusimos las cervezas y los condones en la mesa de la TV y nos sentamos a conversar en el sillón, Rogelio puso un poco de música por aquello de que las "paredes oyen" y asegurar nuestra privacidad. Durante la plática tomé su mano a lo que él me sonrió y nos dimos un beso. Abrimos las primeras cervezas y entre los tragos, las risas y la conversación nos hacíamos cariñitos, besos, y algunos frotamientos en la entrepierna.
    
    Casi se había terminado la primer ronda de cerveza cuando ya nos habíamos sacado las playeras y nos habíamos quitado los zapatos... Me acerqué a Rogelio para que nuestros torsos se frotaran y el aprovechó en tomarme de la cadera para sobar deliciosamente mis nalgas. Después de algunos besos más me puse de pie frente a Rogelio invitándolo a desabrocharme el pantalón, él entendió la indirecta y procedió a aflojar el cinturón y desabotonar mis jeans. Cuando estaba terminando de bajar el cierre se dio cuenta que yo no llevaba ...
«12»