1. Mi segunda verga: la antesala a mi primera doble (1a parte)


    Fecha: 09/11/2017, Categorías: Gays Autor: RodrigoMH, Fuente: SexoSinTabues

    ... así, él había salido con lo del trío y querer compartirme (pensé inmaduramente). Me pusé de pie, Joaquín me miraba con deseo. Desabrochó mi pantalón y bajó el cierre, con suavidad bajó el pantalón mientras seguía sentado, me lo quité y me recorrió con una mirada fogosa. Luego tomó mi cintura y recorrió con su mano derecha mi cuerpo desde el cuello hasta el elástico blanco de mi jockstrap, todo eso me tenía caliente a más no poder –Tienes un cuerpo riquísimo nene, me encantas- Yo no podía creer lo que escucha: él, todo un churrazo, un chico exquisito y varonil, deseaba y gustaba de mi cuerpo adolescente. Mi pija quería arrancar y explotar, él notó como bombeaba y agarró mi paquete con dulzura –Parece que también te gusto, estás mojadísimo… permiso- y se llevó mi paquete a su boca, yo no daba más de placer, no creía nada de lo que pasaba mientras él succionaba con suavidad mi verga por sobre la tela blanca. Luego agarró mis nalgas con ambas manos y me apretó contra él con dos sacudidas fuertes que me llevaron a punto de tener un orgasmo, la sensación fue espectacular, nunca había experimentado algo así. Se puso de pie y me beso con fuerza (es difícil de describir la fuerza y suavidad con la que lo hacía a la vez) –Al fin eres mío- dijo mientras aproveché de soltar el cordón de su short y bajarlo con rapidez. Su verga saltó como un resorte y apuntó directo a mí, mi sorpresa y deseo fueron mayúsculos, una pija hermosa, de verdad: el color de su piel estaba en el tono claro del ...
    ... resto de su cuerpo, unas venas se marcaban sutilmente y el glande era perfectamente proporcional a su tronco, parecía tallada a mano, como la verga que cualquiera hubiera deseado poseer (hoy tengo 29 años y después de haber probado sinnúmero de pijas, sigo pensando igual), unos pocos vellos claros que mantenía cortos permitían apreciarla en su esplendor. No era tan gruesa como la de Ricardo (esa si era gruesa y cabezona) pero sí más larga: 23cm medí en una oportunidad posterior. ¡Era un hombre perfecto! Me rendí y caí de rodillas, con la punta de mi lengua cogí esas primeras gotas de ambrosía preseminal que estaban a punto de perderse en el suelo. Uno hilo de ella unió unos centímetros mi lengua a su glande, hasta que expulsó otras gotas con un suave gemido de extremo placer. Me apresuré a recogerlo y comencé a jugar con mi lengua y labios en su glande. Me tomó con sutileza por el mentón mientras se balanceaba con suavidad para ingresar a mi boca. Sus gemidos se aceleraban y acrecentaban mi placer: comencé a sentir como ingresaban y se arrastraban por mi lengua cada uno de esos 23 centímetros de carne apetitosa. Entraba y salía, entraba y salía a una velocidad que aceleraba de a poco, yo solo escuchaba sus cada vez más fuertes gemidos mirando su cara de placer, siempre que podía me sonría, para luego morder sus labios, llevar atrás su cabeza y gemir con más fuerza. Era demasiado atento conmigo, estaba pendiente a cada uno de mis movimientos y antes de hacer cualquier cambio, se ...
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