1. Reencuentro con mi ex compañera Alicia


    Fecha: 29/06/2021, Categorías: Infidelidad Autor: morboso1957, Fuente: CuentoRelatos

    ... pechos que mantenía firmes a pesar de sus 46 años, dejando un rio de saliva al que de vez en cuando acudía soplando suavemente haciendo que se le erizara la piel y gimiera de placer. Quería arrancarle nuevos gemidos con mis caricias y golpes en las nalgas. El brillo de sus ojos color miel me extasiaba y me hacía sentir su prisionero. Te deseo Alicia, Diooosss como te deseo. Necesito naufragar en ti y que me rescates con tu placer y me hagas descansar con tu mirada y tu sonrisa.
    
    Cuando besaba sus pechos y pezones me dijo: “muérdelos. Sabes lo mucho que me excita y me gusta”.
    
    Sumergiéndome en su deseo, mordí sus pezones pasando de uno a otro y cogiendo con los dientes cada pezón, estirando al máximo hasta el punto de dolor que ya teníamos acordado. Cuando ya el dolor era excesivo ella arqueaba su cuerpo hacia arriba y yo paraba. Me dedicaba al otro pecho y así largo tiempo. El cimbreo de su cuerpo y su calor me quemaba al contacto con el mío. Sentía su entrega en cada poro de mi piel. Verla así rendida y gozando era un placer para mis ojos y mis sentidos.
    
    Estoy muy caliente, José, fóllame, métemela, la quiero dentro ya, no me hagas sufrir más, me dijo. No Alicia, contesté, quiero que aún lo desees más, mucho más y que tu anhelo te haga caer en una cascada de placer que te parezca infinito.
    
    Satisfaciendo mis perversos deseos, llevé mi mano a sus piernas para acariciarlas sintiendo como la humedad de sus fluidos volvían a dejar su rastro. Esto me encendía y me ...
    ... pervertía aún más, pero quería hacer que sintiera su deseo explotar como el agua de un aspersor a presión. Acaricié un par de veces su vagina y le di la vuelta poniéndola boca abajo. Besé y lamí su cuello, recorrí toda su espalda dándole pequeños besos y mordiscos, lamiendo cada centímetro de su piel. No paraba de gemir y agarrar las sábanas de la cama con todas sus fuerzas.
    
    Como he añorado esto, José. Ha sido mucho tiempo si gozar de ti. Te necesito, por favor, fóllame ya, me dijo mientras me atrapaba cada vez más con el aroma que emanaba de su cuerpo y su sexo. Estaba atrapado en el calor de sus llamas.
    
    Subí desde el final de su espalda que estaba acariciando y besando hasta su oído y le susurré: te follaré cuando quiera, mientras, quiero sacar la guarra que hay en ti, que sientas tu deseo golpear tu coño y tu cerebro, que sigas mojándote más y más, quiero que te corras de nuevo sin penetrarte, solo con lo que te estoy haciendo, que sientas como si una cascada de agua cayera sobre tu cuerpo. Quiero que sientas en cada lametazo, toda mi pasión y en cada línea de saliva que trazo, toda mi ansiedad por poseerte. Soy prisionero de tu placer, que es también el mío.
    
    Has despertado mi lado más morboso y lujurioso con lo que hemos hecho en el pasillo. Me ha encendido tu lado exhibicionista. Me ha excitado tanto descubrir que nos miraba la camarera que he estado a punto de correrme yo también solo empapándome de tu cara de placer mientras te corrías, pero también me ver su cara y ...