1. Servicio de masajes


    Fecha: 30/06/2021, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... manipulaciones del masaje. Con más agrado que sorpresa notas que ambos pies están siendo masajeados independientemente, tras terminar con tus pies, las manos independientes comienzan a subir por tus piernas, masajeando las pantorrillas, tobillos, talones, haciéndote notar cuán
    
    tensa estas normalmente sin saberlo y cuán bien se siente estarte relajando de verdad. La relajación comienza a dar paso a un cierto cosquilleo mientras las manos suben por tus muslos, acercándose a tus nalgas, esta vez desde abajo. Las cosas se ponen un poco más interesantes cuando sientes que te abren un poco las piernas para masajear la parte interior de tus muslos. No puedes detectar ninguna intención erótica en los masajes que estas recibiendo, sin embargo, tu reacción es de una excitación muy leve que
    
    va aumentando casi imperceptiblemente, pero aumentando definitivamente. Justo antes de llegar a tus nalgas, o a tus labios semiabiertos, las manos se retiran, masajeando los muslos. Finalmente comienzan una retirada definitiva deshaciendo el camino andado, de vuelta hacia los pies. No puedes negar una cierta insatisfacción.
    
    La mesa de masajes gira en 90 grados sientes nuevamente manos en tus hombros. Estas manos no masajean tan fuertemente como las anteriores; son manos que te masajean y acarician a la vez. La sensación es deliciosa, y la delicia aumenta cuando más manos comienzan de nuevo con tus pies, pero con esta dualidad de masaje y caricia. Crees que hay seis manos masajeando y ...
    ... acariciando tu espalda desnuda y tus piernas. Sientes como tu vagina empieza a lubricarse mientras te das cuenta que las seis manos que pasan por tu cuerpo están dirigiéndose hacia tus nalgas. Si todas las manos siguen su camino, se van a encontrar en tus nalgas. Ansías que eso suceda, pero una vez más todo se detiene antes de tocar tus nalgas.
    
    Unas manos fuertes te ayudan a darte media vuelta, quedando de espaldas. Comienza nuevamente un masaje profesional, fuerte, relajante, de la parte delantera de tus hombros y la parte superior de tus pechos, ignorando cualquier señal sexual, que sería invisible, por cierto. Luego le toca el turno a tus brazos y manos, que también ignorabas cuán tensos tenias. La tensión sexual empieza a bajar. Se repite el masaje de la parte delantera de las piernas. Nuevamente relajación muscular seguida por la
    
    tensión que despierta la cercanía de las manos a tu pubis depilado. Tu humedad retorna, pero no pasa nada.
    
    En perfecta imitación de la secuencia anterior, las manos te recorren entera por delante, en un masaje que es más caricia que otra cosa, definitivamente, pero evitando tus pechos y pubis con deliberación. A estas alturas tus pezones están endurecidos, pidiendo atención, pero esa atención no llega. Te estás mojando cada vez más, pero no hay atención alguna. No sabes si estar satisfecha o frustrada cuando esta parte termina.
    
    Nuevamente te dan media vuelta, quedando tu espalda expuesta. Al primer contacto das un salto. Es una boca que va ...