1. No hay nada mejor que atrapar a un hijo con el culo


    Fecha: 03/07/2021, Categorías: Anal Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    Quedé viuda muy joven cuando mi hijo aún era pequeño, fue algo inesperado, que nos tomó por sorpresa, entré en una profunda depresión. El primer año fue insoportable, pero gracias a un psicólogo fui superando el trauma y asumiendo la perdida. Los primeros años el sexo ni pasaba por mi cabeza, ya ni pensaba en hombres, me sentía vacía.
    
    Cuando Christian, así se llama mi hijo, cumplió 18 años yo estaba mucho mejor, la muerte de mi esposo pasó a ser otro escalón en mi vida, lo había superado, ahora mi vida era mi hijo. Mi hijo es muy protector conmigo, yo diría que celoso, pero creo que es algo normal que ocurre con la mayoría de los hijos varones con las madres.
    
    Un día estábamos desayunando y le alcanzo una taza de leche, un movimiento que hago siempre, casi volcada sobre la mesa, pero esta vez me doy cuenta que sus ojos se detienen en mi remera, no llevaba puesto corpiño, su vista se hacía paso entre mi remera para ver mis tetas. Ese gesto fue la chispa que encendió la mecha de mi libido. Sentí la necesidad de mostrarle más, que se deleite con mis pezones, pero después de unos eternos segundos tuve que volver a mi posición. Desde ese momento me sentí deseada de nuevo por un hombre, aunque este hombre sea mi hijo. Necesitaba mostrarle más, ya no podía parar, me masturbaba pensando en mi hijo.
    
    Algunas veces me había visto en ropa interior cuando me cambiaba, pero no muy diferente a verme con alguna bikini, tampoco pensaba que podía provocar algo en él. Ahora me había ...
    ... propuesto a cambiar eso, quería volverlo loco, excitarlo y para eso tuve que elaborar un plan.
    
    Mi idea fue entrar en confianza, ser más abierta en lo que le contaba de mi intimidad. La excusa era que me ayude, por ejemplo a elegir que ropa usar para ir al médico. Empiezo a contarle un problema inexistente para enredarlo en mi trama.
    
    Al otro día cuando estábamos desayunando tomo el teléfono y marco un número inexistente, simulo una conversación con mi médico y acuerdo una cita, para darle realismo a mi relato.
    
    —Christian, tengo que ir al médico al mediodía, vos te arreglas con la comida.
    
    —Sí no hay problema. ¿Qué te pasa, estás enferma?
    
    —No es nada, siento una molestia y quiero que me revise.
    
    —¿Qué, del corazón?
    
    —jajaja, no por suerte, no, es más abajo.
    
    —Ahhh
    
    —hace como una semana que siento como puntadas acá atrás y quiero que me controle, no creo que sea nada grave, pero es mejor prevenir.
    
    —Pero ¿te duele?
    
    —Sólo cuando siento las puntadas, lo peor es cuando estoy hablando con alguna persona y no sé qué hacer, ni me puedo rascar, imagina que estoy hablando con la panadera y me empiezo a rascar el culo, jajajaja, ¿qué van a pensar?
    
    —jajaja que te gusta tocarte el culo.
    
    —jajaja, me voy a duchar y después me ayudas a elegir que ropa ponerme, no sé qué ponerme.
    
    —Sí, avísame
    
    Me fui a duchar y me masturbe pensando en que mi hijo había caído en mi telaraña. Me termino de duchar y voy a mi habitación. Busco en el cajón, donde guardo mi ropa ...
«1234»