1. Marta descurbre su lujuria con un pastor


    Fecha: 05/07/2021, Categorías: Infidelidad Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... dejando el ordeño y presionando más la polla contra su coño. Él se corrió dentro, pero no la sacó, y la obligó a seguir ordeñando.
    
    No tardó mucho ella en alcanzar su placer, que quedó algo disminuido al presionar demasiado la ubre de la cabra y haciéndole daño, por lo que hizo un movimiento brusco haciendo saltar una buena cantidad de leche sobre ellos y asustándose Marta con todo ello.
    
    Tras esto terminaron el ordeño de las cabras y volvieron al campamento, donde Santi sacó algunos recipientes, encendió nuevamente fuego, calentó la leche, añadió cuajo y dejó todo preparado para elaborar queso, a lo que le ayudó ella entusiasmada. Luego cenaron las sobras de la comida y algo de leche y cuando recogieron todo, se fueron a dormir. Santi y Marta a un lado y el herido en la otra.
    
    Ya acostados, desnudos ambos, Santi, a la espalda de ella, comenzó a acariciar su cuerpo nuevamente.
    
    -Por favor, Santi. Llevo el coño en carne viva. Estoy que no puedo más.
    
    -¿Lo has hecho alguna vez por el culo?
    
    -No, nunca. Sé que hace mucho daño.
    
    -Déjame hacértelo yo y verás cómo te gusta. Todas mis amigas lo disfrutan mucho. Confía en mí.
    
    Ella estaba dispuesta a todo por él, por lo que accedió a ello. Santi la puso a cuatro patas y procedió a ensalivarle el ano, mientras acariciaba su clítoris con una mano y le metía los dedos en el coño.
    
    Ella se mordía los labios para no gritar de placer. Él fue metiendo un par de dedos en su ano, aprovechando las dilataciones anteriores, que ...
    ... lo facilitaron enormemente.
    
    Cuando fue suficiente, embocó la polla a su agujero y la fue metiendo lentamente, dejando tiempo para que se acostumbrara, sin dejar de acariciar su clítoris. Pronto era ella la que se echaba para atrás, y no tardó mucho en tenerla totalmente ensartada.
    
    Recostado sobre ella, no dejaba su clítoris mientras entraba y salía de su ano, cada vez con más facilidad.
    
    -MMMMMM. –Gemía ella en un murmullo- Siii. ¡Rómpeme el culo! ¡Cómo me gusta!
    
    Santi no había visto a una mujer con tanta sensibilidad en su ano. Le excitaba tanto que no tardó en llenarle el culo de leche, pero siguió dándole, casi con igual dureza, hasta que ella alcanzó su orgasmo.
    
    El resto de los días que permanecieron allí, fueron similares: follar en el manantial, a media mañana en el manantial o algún bosquecillo por los alrededores, mamadas y comidas de coño a media tarde y enculada por la noche.
    
    Cuando se acercaba el día en el que venían a traer y llevar cosas, hablaron muy de mañana.
    
    -Santi, quiero dejar a este imbécil que solo vive para él y su deporte. ¿Puedo quedarme a pasar lo que me queda de vacaciones contigo?
    
    -Quería proponértelo, pero no me atrevía. Ahora no puedo darte nada, pero me gustaría ofrecerte toda una vida juntos, si me aceptas.
    
    -Sería la mujer más feliz del mundo. Vente a la ciudad conmigo. No gano mucho, pero podremos vivir los dos y cuando tú encuentres trabajo, podremos llevar una vida desahogada.
    
    -Lo siento, no puedo ir a vivir a la ...