-
I cum in my shorts
Fecha: 06/07/2021, Categorías: Confesiones Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... padres o de nuestros padres con un beso a cada uno por parte de los dos, entramos en mi habitación, nos besamos, nos besamos, nos besamos, nos cruzamos nuestros jugos bucales, nos amamos cruzando nuestras lenguas y mezclando nuestra saliva. Esa noche, tras decirnos sin palabras cuánto nos queríamos con nuestro beso, lo fui desvistiendo al mismo tiempo que John me iba desvistiendo. Poca ropa había que desvestir de nuestros cuerpos pero el ritual fue largo como un auténtico desfile militar. No parecíamos estar de pie, sacando botones y desplazando hombros y rodilla, muslos, brazos y piernas, más bien parecía un baile en suspenso, sí, suspendidos en el aire, sobre algodón o aura celeste, hasta quedarnos desnudos. Esa noche nos contemplamos, nos vimos de verdad, nos llenamos los pululas de nuestros del uno y del otro. Comencé a verme en la niña de los ojos de John como John hacía lo mismo. Pareciera que nunca habíamos tenido oh+jos y allí estábamos los dos desnudos, abrazados a medio beso y mirándonos a los ojos. Cuando estuvimos llenos el uno del otro, cerramos los ojos para sentir, sentir el contacto de nuestra piel, sentir nuestra respiración, sentir el latido del corazón, sentir como nuestras manos se paseaban por todo el cuerpo siempre satisfactorias y siempre necesitándonos de más. Esa noche no deshicimos la cama de Gilberto, ni pensamos en ella, ni nos dimos cuenta de su existencia. Nos acostamos encima de nuestra cama, sin sábana de cubierta, ¿para qué la ...
... sábana encimera si no teníamos nada que ocultar? Esa noche pedí a John que me amara como nunca nadie me había amado, que quería tenerlo dentro de mí, que quería ser yo el guardián de su vida. Nuestra erección se había pronunciado al máximo de nuestras posibilidades físicas, pero las posibilidades mentales y síquicas eran más poderosas y todavía nos dimos el turno para que pudiera amar a John con su polla en mi boca mientras John me amaba besando, lamiendo y aspirando mi culo con su boca. Metió su lengua, mi cuerpo se electrizó y supe que ya estaba a punto. — John, mi querido, es el momento. — Sí, Jan, como tú me digas, solo solo tuyo. Me tumbé de espaldas con mis piernas dobladas, los pies sobre la cama y John me ajusto levantando mis piernas hasta acomodarlas en sus hombros. Con delicadeza, con más amor que pasión sin que esta faltara, noté su falo enhiesto comenzando a entrar suavemente en la caverna de mi cuerpo, allí donde se sabe que se nota al amante. Y lo noté, entró, se aquetó, abrí mis ojos cuando lo noté todo dentro, lo miré, me sonrió, le sonreí y chanque quería decirle que continuara no me salieron las palabras, fue un suspiro silencioso que hizo comprender mejor que con palabras mi deseo de tenerlo y entendió. Inició su va y ven, un vaivén amoroso que me producía tanto placer que no tardé en eyacular sobre mí, todo yo me desparramé en forma de semen, amándome a mi mismo al sentirme tan amado por John, siguió mi amante y no tardó en venirse. Tampoco tuvo ...