1. Celos


    Fecha: 07/07/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la universidad, él no era muy apuesto y yo era una mujer muy guapa, nuestra relación paso de ser buenos amigos a ser novios, hasta que me pidió matrimonio, ¿éramos realmente felices? O jugábamos a serlo? yo nunca fui muy celosa e incluso no le daba importancia a sus frecuentes desplazamientos y saliditas nocturnas por trabajo que comenzaron pasados 3 años de matrimonio, fue entonces cuando me percate de sus ausencias y mis celos empezaron a acrecentarse, hacia cosas en casa sin apenas consultarme, casi en mi cara miraba a las mujeres con lascivia, hasta que descubrí a una de sus amantes una incompetente secretaria con la que al parecer estuvo compartiendo todo por un tiempo y yo lo perdone pensando que sería una ilusión pasajera y comencé a ser una mujer completamente distinta, frustrada, él bebía a veces más de la cuenta y en una ocasión en la que discutíamos fuertemente por una de sus amantes llego a levantarme la mano y yo le perdone una y otra vez, hacía ya 6 años que me atendía con el psicólogo por mis celos y depresiones, pero últimamente las cosas habían empeorado, ya casi no venía casa, ni siquiera hablamos de nada cuando estamos juntos, nuestra vida intima ya ni existe, hace ya mucho tiempo que no tenemos la más minúscula satisfacción en la intimidad y sospeche entonces que había otra, de nuevo a indagar quien es, hasta que me entere de que era una camarera que trabaja en la cafetería de su amíguete de andadas Antonio, me dijeron que era una extranjera, así que ...
    ... no sería difícil encontrarla, cuando me describieron las que había supe que era ella, morena, latina, si todas son unas putas, si dicen que esos países son paraísos sexuales, estoy harta, estoy cansada, pero esa bandida no se va ha salir con la suya, voy a ir día tras día a esa maldita cafetería hasta que consiga que la echen, que es donde debe estar en la puta calle.
    
    Caigo en la cama rendida, los sábados siempre es así, un sonido agudo me estremece es el móvil, mi despertador, lentamente entreabro los ojos y diviso como la mañana se iba asomando por la pequeña ventana de mi reducido habitáculo de paredes blancas, me incorporo con dificultad visiblemente cansada, pero tengo que ir a trabajar, estoy aun desorientada y adormecida, me doy una ducha rápida me visto y salgo, llego como de costumbre más temprano para desayunar con calma, y esperar mi hora de entrada, cuando la vuelvo a ver. Maldita sea, esta mujer pretende amargarme la mañana, aquí lo mejor es no hacerle caso, me digo a mi misma, llego sin saludar y se sentó frente a mi mesa tan desafiante como el día aquel que tuve la fortuna de conocerla, yo seguí con mi desayuno indiferente, puso sobre la mesa un ordenador portátil, saco unas cuartillas escritas y se puso a ser como que hacía algo, de vez en cuando me miraba, yo sin inmutarme seguía con mi desayuno.
    
    _ Quien atiende estas mesas, aquí no hay nadie trabaje_ dijo mirándome y yo sin oírla apenas, la verdad estaba sumida en mis pensamiento de tal manera que ni ...
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