1. 50 AÑOS


    Fecha: 11/07/2021, Categorías: Hetero Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... agujas de un reloj de pared, en silencio, pero implacables, imparables. A nuestra primera hija cinco años después le llegó la hermanita, y casi sin darnos tiempo, sobre el filo mismo, el tercero, el malcriado varoncito. Y esa es mi familia, siempre fui todo para ella y ella fue todo para mí, la conozco mejor que mí mismo, sé que le encantan los atardeceres de primavera, sé que odia levantarse temprano, sé qué daría la vida por sus hijos, sé que la atormenta la soledad, sé cuándo está de mal humor con solo ver su rostro, sé que llora con una película de amor, sé de su canción favorita, sé… solo sé… Y conozco cada pliegue de su cuerpo, puedo contar de memoria el mapa de lunares de su espalda como un astrólogo conoce la posición de cada estrella, conozco el ruido de su rodilla, después de la lesión de vóley de la adolescencia, conozco su manía por comerse las uñas, conozco su obsesión por la limpieza y lo mal que maneja el coche al que siempre adorna con un rayón, todo lo bueno, y todo lo malo… Y conozco lo buena que es en la cama, sus gustos, sus placeres, las cosas que hace por mi placer, más allá del suyo propio, lo puta que puede ser en la intimidad, que en mi caso es sinónimo de hembra, de mujer. Promediaba el año dos mil quince, el año siguiente cumpliría cincuenta años, y de alguna manera sería algo especial, medio siglo de vida! Y en esos tiempos empecé a bromear con ella acerca de un regalo especial, algo sexual, algo loco, algo que nunca hubiéramos hecho antes, llevar ...
    ... a la cama alguna fantasía que todo matrimonio tiene, pero que jamás de anima a llevar a la práctica, pero era solo eso, solo bromas, inocentes bromas de una pareja que se ama y se conoce demasiado. Laura siempre fue una mujer muy bonita, alta, estilizada, delgada, de pequeños pechos y colita llamativa, bien formada, y siempre se preocupó por mantener su figura y los años parecían no hacer mella en su esculpido cuerpo, de joven era una chica que llamaba la atención, y ahora es una mujer que llama la atención. Y nada fue gratis, años y años ininterrumpidos de dieta y gimnasio, gimnasio y dieta, poder ver como luce esas calzas ajustadas se me hace irresistible, aun hoy, después de todo lo vivido. A todo esto, hacía un tiempo había aparecido Rocío, era parte de nuestro día a día, como tanta gente de convivencia de barrio, ella es una mujer que anda en los treintaicinco, una morocha de negros cabellos negros y enrulados, endemoniados, como su mirada, de carnosos labios, una petisa de pechos más que llamativos, de esas que cuando uno le habla se la hace difícil mantenerle la mirada, esas que suelen decir ‘escucha, mis ojos están acá arriba’, simpática, y hasta charlatana, por así decirlo. Rocío tiene un pequeño negocio con el que se gana la vida y suele ser tema de conversación en casa, por una parte por lo bonita que es, por otra por su vida privada, el barrio le conoció dos parejas y ratos de soledad, pero era sabido que también le gustaban las mujeres y la chusma siempre decía ...
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