Follándote en mi mente
Fecha: 19/07/2021,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hola cariño:
Acabo de hablar contigo por teléfono. He llegado a mi habitación y me he cerrado con llave... nadie me puede molestar... quiero estar sola con mis pensamientos y mi deseo por ti... Ya de camino, después de colgar el teléfono, me venía quitando la camisetita blanca de tirantes que llevaba, esa que a ti tanto te gusta porque marca perfectamente el contorno de mis pechos y mis pezones rosados. Antes de entrar sólo me quedaban puestas unas braguitas blancas que estaban húmedas por la entrepierna... es la manera que tiene mi cuerpo de reaccionar ante tus sugerentes y eróticas palabras telefónicas. Ya, hablando contigo, no he podido contenerme y he llevado un dedo hasta mi boca donde lo he mojado para más tarde bajar hasta mi coño e introducirlo por mi rajita ansiosa.
-"Te follaría ahora mismo"- me decías... aquello me estaba poniendo inexorablemente cachonda; mi cabecita no podía dejar de fantasear. Estaba tan excitada... te veía entrando por la puerta completamente desnudo y empalmado, arrojándote sobre la cama, separándome las piernas y metiendo tu polla dentro de mí con fuerza mientras yo, atónita, seguía sosteniendo el teléfono en mi mano... ¡alto! ¿Qué estabas haciendo? Habías cogido el auricular del teléfono y peligrosamente lo hacías resbalar por mi pecho, mi ombligo...
-"Uhmm!"- se me escapó un ronco gemido de placer. Quizá lo hayas oído al otro lado... no, creo que no te diste cuenta, tú seguías hablando de no sé qué mientras yo me lo hacía contigo ...
... en mi mente.
-"Sexo telefónico"- pude escuchar que decías de pronto... no sabía muy bien a cuento de qué venía decir eso... tal vez tú también te la estuvieras meneando al otro lado del hilo telefónico. Mi respiración era cada vez más fuerte y no paraba de entrar y sacar los dedos de mi agujerito que ya estaba chorreando ávido de ti... Tenía que colgarte... casi no podía ni hablar, de hecho creo que apenas había intervenido en la conversación.
-"Buenas noches, cariño"- pude pronunciar al fin- " Estoy muy cansada, mañana hablamos. Un besito". Sí, mentí... ¿qué querías que hiciera?. No podía más. Y nada más colgarte, se me vino a la mente tu grandiosa polla, tan perfecta y rosada, como un surtidor de leche llenándome toda. Uhmm... me latía el corazón con fuerza y la vagina no paraba de contraerse a pesar de que ya me la había follado con mis dedos. La camiseta estaba empapada de sudor. Por el surquillo correteaba una gotita que se perdió entre mis tetas. Mis pezones, anchos y carnosos, comenzaron a retraerse y a endurecerse excitados... mis manos se dirigieron a ellos y comenzaron a pellizcarlos. Cerré los ojos y pude verte lamiéndolos, recorriéndolos con tu lengua y mordisqueándolos.
-"Sí, sigue... baja, baja y comete mi conchita que ya está preparada para ti."- dije mientras levantaba mi pelvis tumbada en la cama de mis padres. De pronto, un ruido... mi madre se acercaba por el pasillo, se pegó a la puerta (sin abrirla, menos mal): -" Cuelga pronto, que llevas un buen ...