Mi esposa necesitaba verga y mis amigos me hiciero
Fecha: 22/07/2021,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: libido, Fuente: RelatosEróticos
... útero… oooohhhhhh… se siente delicioso amor… ooooooohhhhh… -deliraba mi esposa ante semjante pinga de mi amigo.
En eso comienza cabalgar Magdalena sobre los genitales de Tito, vemos con Fernando, que la pichula de Tito, aparece y desaparece dentro de la concha de mi esposa.
-Aaaayyyyyy… uuuuyyyyyy… ooooohhhhhh… ssssiiiiiiii… -gemía mi esposa incansablemente del placer que Tito le estaba dando- mmmmmmm… ssssiiiiii… sssiiiii Tiiiitoooo mi amor… papaciiiiitooooo… dame, dame, dame más amor… me gusta, me gusta, me gusta tu pichula mi vida… aaaahhhhhhh…
En eso para no quedar mirando solamente, Fernando y yo procedemos a chuparle los pezones a mi mujer, Fernando toma el pezón izquierdo y yo el pezón derecho, y comenzamos a disfrutarlos deliciosamente.
-Ooooohhhhh… Fernandito… chupa, chupa, chupa las tetas de la mujer de tu amigo… aaaahhhhhhh… sigue, sigue papacito… sigue Fernandito… amor… oooooohhhhhhh. Tú también “Arte”, mi vida… chupa la teta de tu mujercita… sssiiiiiii… chúpala, chúpala amor… sssiiiiii… mira cariño… mira amor… cómo me están cogiendo tus amigos… oooohhhhhhh… qué rico, qué rico… mmmmmmm…. Me gusta, me gusta… -sollozaba mi esposa de inmenso placer que le estábamos proporcionando los tres.
-Si cariño, estoy viendo –le decía yo- estoy viendo cómo mis dos amigos están disfrutando de tu hermoso cuerpo y a mí me gusta también amor.
Después de varios minutos en que nos encontrábamos en esa posición dándole mucho placer a mi esposa, Tito le dice a ...
... Fernando:
-Fernando, compadrito, vete a la parte de atrás de Magdalena y métele la pinga por el culo –al mismo tiempo que Tito abrazaba a Magdalena y la inclinaba hacia su pecho para que ella levantara el culo.
-¡Noooooo… noooo chicos! –se quejó mi esposa- ¡por el culo no, no sean malitos por favor!
Magdalena luchaba por escaparse de los brazos de Tito, pero éste la agarraba bien fuerte para que se detuviera. Ya todo intenteo de mi arrecha era inútil, lógicamente la fuerza de Tito era superior, aparte que Fernando también la aprisionaba de la cintura y justo en esos momentos él se encontraba atrás apuntando su pichula en el ano de mi mujer, dejó caer un poco de saliva en el culo y poco a poco se la fue metiendo.
-Aaaayyyyyyy… ¡Nooooooo!... ¡Por favor Fernando noooooo!... –mi mujer blandía su culo para que no le suceda nada, puesto que sabía que las pichulas tanto de Tito como Fernando eran descomunales- no sean malitos por favor, nadie me ha metido la pinga por mi culo… no sean malitos…
Mi esposa protestó, pero de nada le servía ya, demasiado tarde, la pichula de Fernando estaba recorriendo el recto de mi esposa.
-Aaaaaaaayyyyy conchadesumadres… mmmmmmmm… ¡son ustes unas mierdas! –y dirigiéndose a mí- ¿y tú cornudo de mierda… aaaayyyyy… te quedas quitecito? ¿No ves que a tu mujer la están violando por el culo?
El cuadro era morboso, lujurioso, salvaje, excitante; nunca había experimentado tanto placer en mi vida, al ver a mi esposa entregada sexualmente con dos ...