1. Mi esposa necesitaba verga y mis amigos me hiciero


    Fecha: 22/07/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: libido, Fuente: RelatosEróticos

    ... hombres ante mis ojos.
    
    Después de que Fernando introdujo toda su pinga dentro del recto de mi esposa se quedó allí quieto cerca de un minuto aproximadamente.
    
    -Fernando, quédate quieto por unos instantes compadre –dijo Tito- para que el culo de Magdalena se vaya adaptando.
    
    -Aaayyyyy, ¡son ustedes unos salvajes! –y mirándome a mí dijo nuevamente- ¿Y tú? ¡Como un huevón viendo a tus amigos como me rompen el culo!
    
    Yo me sonreí, y solo atiné a decirle a mi esposa:
    
    -Cariño, no te preocupes mi amor, vas a ver que de aquí vas a disfrutar mi vida, y vas a querer siempre que te lo encajonen en tu culo.
    
    -¡Disfrutar, disfrutar huevón! ¡Como a ti no te duele! –me respondió quejándose.
    
    -Bueno muchachos –dijo Tito- a trabajar. Tú Artemio, chúpale las tetas a tu mujer, mientras Fernando y yo recorremos sus entrañas.
    
    Yo obediente procedí a hacer lo que Tito había ordenado, mientras que mis dos amigos comenzaron a hacer un mete y saca tanto en la vagina como en el ano de mi esposa.
    
    -Aayyyy… ¡ desgraciados, son ustedes unos conchadesumadres… ¡aaayyyyyy –se quejaba Magdalena, mientras que Tito la abrazaba fuertemente sobre su pecho- ¡suéltame Tito, eres una mierda carajo…!
    
    -Mi amorcito, no te preocupes cariño –dijo Fernando- vas a ver que de aquí a unos segundos vas a disfrutar tanto de la pinga de Tito como de la mía.
    
    Efectivamente, después de unos segundos ya Magdalena no se quejaba, cerró sus lindos ojos color miel, sentía pensativa cómo dos buenas pichulas ...
    ... le estaban recorriendo tanto el culo como la vagina. Ella atinó a dejarse caer sobre el pecho de Tito, para recibir mejor las embestidas de Fernando sobre su ano.
    
    Mis amigos seguían taladrándole sus dos agujeros, ahora a paso lento pero seguro y a profundidad. Fernando la tenía agarrada de su cintura para evitar que cualquier movimiento brusco de ella saliera su verga. Mi esposa seguía recostada sobre el pecho de Tito, yo solo me quedé observando esa escena espectacular, de ver que mis mejores amigos le estaban horadando la vagina y el culo de mi amada mujercita. En estos momentos comenzó el primer suspiro de placer de mi esposa:
    
    -Mmmmmmmm… mmmmmmm… oooooohhhhhh… despacio Fernandito… despacio cariño… así, así, así amor… aaaahhhhhh…
    
    -Mmmmmm… ¡Qué rico ano tienes Magda, qué sensación tan deliciosa me das amorcito! – musitaba Fernando.
    
    Yo me levanté de la cama y me puse detrás de Fernando para observar detenidamente cómo ingresaba la pinga de Fernando dentro del culo de mi esposa; y la pinga de Tito en la concha de ella. ¡Qué hermosa vista para tan lujuriosa, para tan espectacular, para tan morbosa! Observaba cómo la verga de Tito y de Fernando desaparecían y volvían a aparecer dentro del cuerpo de mi mujer. En definitiva, habíamos vuelto a mi esposa una puta y estoy seguro que de aquí en adelante mis dos amigos se van a servir de ella cuando les plazca y mi esposa gustosamente les va a complacer de inmediato.
    
    -Magda, Magda, amor mío, te ves hermosa, deliciosa, ...
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