Un desliz en una noche de verano
Fecha: 22/07/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mis vacaciones este año han sido movidas, quizás porque las he aprovechado y he viajado un poco, no quedándome mucho en un sitio. Pero bueno, mirad tras volver de Portugal en el cual estuve de camping con la familia, fui a descansar unos días a Cádiz primero. En Cádiz, aproveche no solo para descansar sino para pasear y de paso ver alguna belleza a parte de la mía, como bien sabéis siempre que puedo y si ponen a tiro que no falte una buena mujer.
Mirad, para aquellos que tanto me preguntan, tengo cuarenta y cuatro años, mido un metro ochenta y tres centímetro, peso setenta y cinco kilos, mí físico es normal para nada fibroso… aunque me gustaría. Mis cabellos son castaños, aunque de joven no tuve pelo alguno en el cuerpo a excepción de cejas, pestañas y cabellos, aunque no duro mucho pues comenzó a crecerme hasta parecerme a un osito. Pero claro está, eso no me ha durado mucho, pues ha día de hoy mis cabellos comienzan a escasear y añoro aquella pelambrera. Aunque por otro lado por ir a la moda, me he depilado la espalda y me he dejado la barba, claro está por este fin y de paso para parecer más maduro. Soy casado y claro esta… hetero, amante de toda mujer y en especial de la mía. Pero mi naturaleza y origen me hace cambiar, como me dicen algunos amigos y conocidos... "Se te nota de lejos".
Este verano no ha sido diferente a ninguno otro, quizás como aquella noche estrellada de comienzo del mes de agosto, noche que a día de hoy haya sido más placentera e incluso ...
... novedosa. Mirad no me voy a dar por rodeos e iré a dicha noche, aquella noche para más tardar, era las dos de la mañana y aún continuaba despierto, no lograba quedarme dormido. Quizás haya sido por la siesta que me eche en la playa o quizás, haya sido por la falta de programas que emitían en la TV, emisión que hizo que los míos siguieran a morfeo en su incursión. La cuestión es que cogí el iPad y comencé a jugar al Skylander, juego que llamo mi atención y los senos de mi mujer una vez que se le salieron de su pijama. Atención que me hizo masturbarme... mmm, sintiendo mi miembro endurecerse en segundos y deseoso de penetrarla, pero mis mimos no llamaron su atención, menos aun logre apartar la de los brazos de morfeo.
Solté el iPad y salí a azotea, azotea que es transitable y a la cual se accede desde parte de nuestro dormitorio. Cuando salí el fresco de la noche me agrado, pero no hizo que dejara de masturbarme. Llevándome la sorpresa de encontrarme a mi vecina allí fumándose un cigarro, rápidamente ambos nos disculparnos ante el temor de asustarnos el uno al otro. Mi temor era mayor por las circunstancias mías, ella soltó con rapidez...
Ruborizada y algo avergonzada, continua…
Tras justificarse. Acabo respondiéndole...
La vecina era aquella que vi la noche anterior por dos veces, la primera fue cuando paso ella delante de la casa. Ella que venía de sacar al perro, mientras yo bicheaba por el móvil, cabeza que levante de este cuando ella me deseo… “Buenas noches”. La ...