Pequeñas Viciosas: Natalia
Fecha: 23/07/2021,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Seloquehashecho, Fuente: CuentoRelatos
... Pero que sepas que no hay nada de malo en que dos amigas se alivien las tensiones. —Dijo visiblemente molesta la morena. Y después de decir esto se volvió a poner el pijama y se fue a su cama a dormir.
Lo curioso es que, aunque enfadada, ahora tenía más claro que nunca qué hacer para que Esteban fuera suyo, lo iba a intentar todo para conseguirlo. De hecho, tenía una ligera idea de lo que hacer, pero no sabía el cómo ponerla en práctica.
Habían pasado unos días, estaba anocheciendo y lo cierto es que para estar a principios de mayo hacía un día de perros, mucho aire y frio, apenas acababa de comenzar Esteban su entrenamiento, cuando vio a varios compañeros de su equipo mirar para la grada y silbar. Se giró a mirar también y pudo ver a Natalia que estaba sentándose, con una larga gabardina que le quedaba un poco más baja de las rodillas, por lo que parecía venía arreglada, ya que estaba maquillada y se apreciaba que llevaba tacones. Sus compañeros le dedicaron algún comentario subido de tono, ante la sonrisa de la chica, hasta que el entrenador pitó y llamó a todos al centro del campo para empezar a dar las indicaciones sobre los ejercicios.
Esteban se puso muy nervioso con la presencia de Natalia, no tenía la más mínima idea de qué era lo que estaba haciendo allí. Para un portero estar en ese estado de nerviosismo no es buen síntoma, y así se vio reflejado en los distintos ejercicios que tenía que hacer, no le salía nada a derechas. En uno de estos ejercicios hizo ...
... una estirada en la que no calculó bien, con tan mala fortuna que se golpeó en el poste con el hombro y un poco la cabeza. El chico quedó bastante aturdido y se lo llevaron a los vestuarios, entre el fisio y el segundo entrenador.
Lo sentaron en un banco al final, apoyado en la pared, le aplicaron un spray en el hombro y le dieron una bolsita de hielo que el chico sostenía poniéndosela en la cabeza. El fisio volvió al entrenamiento dejando allí sólo al segundo entrenador con él.
—Hola, per – perdón, ¿se encuentra bien?
Esteban alzó la vista y vio que era Natalia la que preguntaba y acababa de entrar al vestuario.
—Parece que sí, que sólo es el mareo por el golpe. Quédate aquí con él por si se marea más y yo vuelvo al entrenamiento. Si se pone peor sólo tienes que avisarnos. —Dijo el segundo entrenador, mientras abandonaba el vestuario sin dejar de mirar a la chica de arriba a abajo.
Natalia cerró la puerta cuando el hombre se fue y se acercó a Esteban despacio. El chico miraba hacia el suelo mientras tenía la bolsa de hielo en la cabeza. Cuando vio aparecer los pies de la chica en unos bonitos tacones negros.
E: —¿Qué haces aquí Natalia? —Dijo el chico sin levantar la cabeza. —¿Y por qué vienes arreglada?
Sólo obtuvo silencio como respuesta. Iba a pedirle que se fuera, que no era el momento para hablar, cuando de repente vio caer al suelo la gabardina gris que tenía la chica, que seguía sin decir palabra. Esto llamó su atención y levantó la mirada. Siendo de ...