Mamando la verga de mi tío
Fecha: 08/08/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos
... Y pues yo creo que ya llevaba un rato masturbándose antes de que yo se lo mamara, por que luego luego se vino en mi boca y como no me dejó sacar su verga mientras se venía, me llenó la boca e hizo que me tragara su semen, y yo encantada.
-Qué cabrón, y eso que según él te había subido para que no cogieras con Aarón después de los besotes que le estabas dando a mi primo en la fiesta. Y mira, bien que aprovechó, pinche Pablo.
-La verdad me gustó mucho mamársela, yo le traía muchas ganas a tu tío. Además lo tiene como de este tamaño-. Dijo Mónica mientras separaba sus manos como unos 20 centímetros una de la otra, ilustrando el tamaño de la verga de mi tío. -No le vayas a decir a nadie, Candy, promételo-. Me pidió, viéndome con una expresión preocupada en la cara. -Sí, te lo prometo. Pero qué impresión, Moni. No esperaría nunca que Pablo te hiciera eso- respondí.
-Ni yo lo esperaba, pero estuvo rico. Ya que se vino, me lo sacó de la boca y me dijo si quería agua o algo. Le dije que no. Me dió un beso en la mejilla y se fue. Y con todo y tu prima roncando ahí al ladito, terminé de quitarme lo cachonda masturbándome bajo del pantalón.
-Pues te guardo el secreto, no te preocupes, Mónica-. Le dije a mi amiga mientras una mezcla de sentimientos que nunca más volví a experimentar bullía en mi interior. Era incómodo, me sentía enojada, aunque también algo excitada por lo que me dijo mi amiga; también había algo de rencor contra los dos, por haber hecho eso el día de mi ...
... cumpleaños, sobre todo, estaba enojada con mi tío, por que nunca pensé que elegiría a mi mejor amiga antes que a mi para satisfacerlo, y menos después de lo que pasó el otro día en su carro... Me moría de celos.
Mónica me dio algunos detalles más de la mamada que le dio a mi tío. Y luego de asegurarse de la sinceridad de mi promesa de no decirle a nadie, empezamos a cambiar de tema, y reanudamos el camino a casa; llegado el momento, nos despedimos y nunca jamás volvimos a hablar de aquella noche.
Ya en mi casa, pasé la tarde rumiando mis celos, pegada a la ventana de mi cuarto esperando a ver el auto de mi tío entrar a su casa, hasta comí ahí sentada en mi cama, ni siquiera me quité el uniforme para ponerme algo más cómodo, tenía en la mente la idea fija de sentirme traicionada. Fueron horas tormentosas para mi corazón roto de jovencita. -Pablo va a escucharme, esto no se queda así- Pensaba. Finalmente vi llegar a mi tío y yo bajé corriendo para encontrarme con él antes de que se metiera a su casa. Cuando llegué la reja exterior, él ya había descendido de su coche. Le llamé desde la acera y cuando me vio ahí parada, sonrió y se acercó para ver qué era lo que yo quería.
-Vas a tener que explicarme, cabrón-. Le dije, conteniendo lo mejor que pude mis ganas de llorar. -¿Qué pasó? ¿Por qué me hablas así, Dulce?-. Me contestó Pablo poniendo la cara seria mientras abría de nuevo la reja para dejarme entrar al patio de su casa. Era la primera vez que escuchaba a mi tío ...