La parada del autobús
Fecha: 09/08/2021,
Categorías:
Confesiones
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... en plena vía pública. No, le contesté, aquí no, estamos en la parada del autobús.
Tu tranquilo y hazme caso, dijo el viejo. Levántate y siéntate sobre mi polla, y por si acaso viene el autobús, coges el paraguas con la mano y te tapas las piernas, que así no verán nada con lo oscuro que está.
Sin esperar a que le respondiera, el viejo ya se había desabrochado el pantalón y se había sacado la polla de fuera. Me agarró con sus manos levantándome del banco, haciéndome mover para que me sentara sobre él, metiéndome la polla en el culo, mientras me iba sentando.
Dios, que pedazo de polla tenía el viejo, era gorda la hija de puta y de largo no estaba nada mal, andaría por los 16 o 17 centímetros. Aquella verga del viejo me iba dejar el culo bien abierto.
Tirando por mí el viejo, me hizo que me fuese sentando sobre él. Sujetó su polla con una mano y mientras yo me agachaba para sentarme sobre él, colocó la punta de aquella verga en la entrada a mi ano y mientras yo me sentaba sobre él, su polla iba haciendo que mi esfínter se fuera abriendo permitiéndole la entrada a mi culo.
¡Ohhh! Gemí al notar su polla abrirme el culo. ¡Ohhh! ¡ooohhh! Volví a gemir más fuerte al notar como su polla ya me había entrado más de la mitad, abriéndome por completo el culo.
¡Ohhh! Así, así, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba el viejo mientras metía su ciruelo en mi culo. Muévete putita, anda muévete y deja que te folle este culito de zorra que tienes.
En esos precisos ...
... momentos, vimos venir el autobús. Dios, ahora que estaba ensartado en la polla del viejo aquel, aparecía el autobús, y además con las luces de los faros, alumbraba la zona por donde venía, en cuanto girara hacia la parada, nos iba ver con toda claridad.
En unos segundos ya me había agachado cogiendo el slip y pantalón, subiéndomelos, mientras me ponía de pie. Lo mismo había hecho el viejo, se había levantado y guardado la polla y abrochado el pantalón, cosa que yo todavía no había podido hacer, solo pude abotonarme la cintura del pantalón, quedándome el cinturón sin abrochar y la polla y huevos de fuera, ya que el slip no lo había podido subir por completo. Como pude guardé la polla y huevos, dejando que la cazadora tapara la parte de delante.
Ven, dijo el viejo sujetándome por el brazo y cogiendo el paraguas. Empezamos a caminar por la acera hasta que esta terminó, dando paso a un camino por el que nos metimos.
No sabía a donde íbamos, pero caliente y excitado como estaba, dejé que el viejo me llevara a donde quisiera y terminara de follarme, dándome por el culo con aquella polla que se gastaba.
Todavía lloviznaba un poco y no sabía dónde realmente iba a poder seguir dándome por el culo, tal y como estaba el día, así que le pregunté al viejo a donde íbamos.
¿A dónde vamos por aquí? Le pregunté.
Ya estamos llegando, dijo el viejo. Nada más andar unos 20 pasos, apareció otro camino que llevaba directo a una casa. La casa era de 2 pisos y se veía vieja, pero era allí ...