En la fiesta del barrio
Fecha: 10/08/2021,
Categorías:
Masturbación
Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos
Hola me llamo Sandra, lo que les cuento ocurrió en el año 1998, en esa época estaba terminando el colegio y eran muy comunes en los barrios del callao fiestas con lucespsicodélicas, que era una manera que los dueños de casas viejas y grandes se conseguían un ingreso extra, sobre todo los fines de semana y dejaban entrar a todos, previo pago, la verdadera ganancia era en la venta de cerveza y comida.
Bueno ese sábado por la noche, había terminado mis tareas del colegio y los encargos que me había dejado mi mama, le pedí permiso y no me hizo problema, había quedado con mi enamorado en encontrarnos en una fiesta de un barrio a 5 cuadras de mi casa, era un sitio feo, pero no me importaba lo que quería era ver a mi enamorado que era dos años mayor que yo, me puse mi minifalda blanca que resaltaba con la luz negra o fosforescente que había en esas fiestas, un polito, me peine mi pelo lacio y quede lista, con lo chaparrita y trigueña que era mis amigas me envidiaban por mis senos y mi cola, así que me fui a la fiesta.
Al acercarme a la casa podía ver que era una casa antigua, en el 2do piso podían verse por las ventanas las luces intermitentes de colores, al llegar subí las escaleras de madera que crujían de lo viejas que estaban, subí rápido pues abajo siempre había viejos que se quedaban a ver las chicas como yo cuando subían con minifalda para ganarse y gritar groserías, no tuve que pagar nada pues normalmente las chicas no pagaban solo los hombres.
Me puse a buscar a ...
... Luis, que así se llamaba mi enamorado, de repente lo vi en una esquina tomando con dos viejos, digo viejos pues debían tener como 40 años, me paso la voz y me acerque, estaban tomando cervezas, me saludo y me presento a los viejos que eran un gordo pelirrojo y un moreno robusto y alto, me ofrecieron cerveza y la verdad no acepte pues no me gusta.
—si quieres te pido ron con coca cola suave —me dijo el gordo pelirrojo que me miraba de arriba a abajo.
Le asentí con la cabeza, se fue y regreso a los segundos.
—lo están preparando el cuba libre.
Estaban conversando de futbol, mientras seguían tomando, me di cuenta que Luis estaba mareado, al poco rato llego una mujer trayendo mi trago, era como de 50 años, bien pintarrajeada, nos dijo que era la dueña de la casa, aunque a mí más me parecía una puta vieja, me alcanzo el vaso con mi trago.
—este cuba libre suave es para la niñita.
Lo tome poco a poco y la verdad es que estaba suave, y con bastante hielo, pues yo no quería marearme sino mi mama me mataba, la vieja se fue, y seguimos conversando, yo solo había tomado la mitad del vaso, pero sentía que la cabeza me daba vueltas, Luis me vio y me trajo una silla.
—siempre has sido cabeza de pollo descansa.
Eso fue lo último que recuerdo pues me quede dormida.
Cuando desperté no veía nada pues estaba en un cuarto oscuro, había unas rendijas por el techo donde entraba algo de luz, de hecho, estaba en la casa de la fiesta, pues podía escuchar la música a lo lejos, ...