la extraña del bar - Relatos Eróticos

la extraña del bar

Siempre solía ir a un bar, a tomarme una cerveza después del trabajo, siempre eran los mismos rostros, nos conocíamos entre todos y casi eramos amigos, el dueño del bar era un tipo muy amable y conocía los gustos de cada uno de sus clientes, así que uno se sentía como en casa al ir ahí, era poco frecuente ver llegar a mujeres solas, siempre iban acompañadas por un hombre o en grupo. Un día, donde para mi todo había salido mal, fui a desestresarme al bar para beber un trago y escuchar un poco de música en vivo, me encontraba como siempre en mi mesa en el rincón más oscuro del lugar, cuando vi que entró una mujer muy atractiva, 38 años aproximadamente, muy buena figura, iba arreglada, como para juntarse con alguien, entró mirando el lugar, supongo que buscaba a la persona que la acompañaría, miró su reloj y se sentó en la barra dándome la espalda, estaba a un par de metros de mi mesa y pude ver como se le marcaba la tanga en el pantalón, ciertamente disfrute la vista.Pasaron los minutos y desde mi rincón veía el comportamiento de las personas en el bar, la pareja de enamorados, las amigas escandalosas coqueteandole al garzón y esta extraña mujer de la barra que tenia una clara expresión de decepción en su rostro por la ausencia de -según lo que yo pensaba- su cita, en eso siento que el barman me llama y veo que le indica algo a esta mujer apuntandome con el dedo, ella se para y camina hacia mi mesa, -debo decir que su caminata fue bastante sexy para los 5 pasos que tenia que ...

... dar para llegar a mi lado-, una vez ahí me mira con una sonrisa amable y con una voz suave me pregunta si le puedo dar fuego, claro le dije acercando mi encendedor a su cigarrillo, ella se inclinó para encenderlo y dejó a la vista su escote, fue inevitable mirar dentro de su blusa y ver ese brassier que contenía sus enormes y firmes pechos, ella se dió cuenta de mi mirada a su escote y esbozó una coqueta sonrisa, yo me sentí un poco avergonzado por mirarla de esa manera pero no quise demostrar esa timidez y fui al ataque, lindo modelo, le dije, como para tratar de mostrar una seguridad o galantería y esconder mi vergüenza. No sabia como iba a tomarlo ella, eso podía ser un arma de doble filo, o ella aceptaba el cumplido o yo me ganaba una cachetada por impertinente. Buena suerte la mía, ella se rió y me dijo, a que no adivinas que marca es, en un tono coqueto y desafiante, y yo muy seguro de mi mismo le dije, creo que es Victoria Secret, colección del 2012. Ella se puso a reír y me dice, sí efectivamente es Victoria Secret pero no se de que año es la colección, solo lo compre por que me gustó, pero me asalta una duda, que cosa le dije, ningún hombre sabe algo así, salvo que sea gay o... o que? le pregunté, por que te cuento que no soy gay, cual sería la otra opción? le dije ya a esa altura con un tono seductor mirándola fijamente a los ojos. Nada , olvídalo me dijo. Insistí y le dije que no iba a dejar que se fuera de ahí si no me decía, ella se rió nuevamente y me dice, y que ...