1. SEXO ANIMAL


    Fecha: 17/08/2021, Categorías: Infidelidad Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... ningún punto de vista. Pague en efectivo, Matilde me dio el vuelto y con él un papel enroscado, tenía el número de su celular… Ese fué el principio de mi relación clandestina con ella, a espaldas de mi esposa, Matilde tenía apenas unos años más que mi hija mayor, era todo muy loco… Como podrán imaginar, empezamos a frecuentarnos, una salidita, otra, una escapada, un beso, terminé enredándome con ella. Obviamente no le dije a Matilde nada de mi esposa, ni de mis hijas, tenía que planificar muy bien mi vida para que nadie sospechara nada, ni mi familia, ni mi amante. Matilde era hermosa, ya les narré de su cola casi pornográfica, perfecta por donde la observara, todo le quedaba bien, de piernas de modelo, delgada, casi tan alta como yo, de vientre plano y de pequeños pechos, casi no tenía nada y ella me comentaba que le causaba cierto complejo, aunque para mí era perfecta como era. De rostro un tanto ovalado, cabellos lacios castaños llegando a su cintura, ojos negros, y boquita deliciosa que tentaba al pecado. Pero no era solo su físico que me atraía, era todo en ella, su forma de ser, su forma de hablar, de expresarse, las palabras que usaba y como la usaba, siempre me decía que la excitaba nuestra diferencia de edad, que veía en mí un tipo con experiencia, conocedor de la vida, que yo era un HOMBRE, y resaltaba eso, como queriendo diferenciarse de los jóvenes con los que había salido… Las horas de sexo que compartía con ella eran terribles, jamás una mujer me hizo sentir ...
    ... lo que ella me hizo sentir, sin dudas fue lo mejor que me pasó en la vida, lo mejor que pasó por mi cama. Siempre la llevaba a los mejores hoteles de la ciudad, íbamos directo al grano, sin vueltas. A Matilde le gustaba que la mirara, le gustaba provocarme, solo me hacía sentar a un costado, y ella se enfundaba en lencería, sostenes, corsets, colaless, medias, porta ligas, tacos altos, botas, lo que imaginen, solía poner música y desfilaba como modelo, o se contorsionaba como prostituta de cabaret, o simplemente bailaba algún reggaetón sexi más propio de su edad, podía estar demasiado tiempo provocándome de esa manera en la que usaba su arma fuerte para atacarme, su culo, meneándolo de lado a lado. Después íbamos a la cama, algunas veces le depilaba por completo su sexo y le chupaba la concha hasta que me suplicara que me detuviera, otras veces vendaba sus ojos, tomaba hielo entre mis dedos, y dejaba caer las frías gotas sobre su piel, sobre sus labios, sobre sus pechos, sobre su vientre, sobre sus piernas, sobre su raja y ella solo se contorsionaba calentándose más y más con el correr de los segundos, otras veces la ataba y solo la liberaba al terminar… A ella por su parte, le gustaba chuparme la pija, solía llenármela con alguna mantequilla, o dulce, y solo chuparla hasta hacerme eyacular y mezclar los sabores, tragando todo como una perra. Pero sin dudas lo mejor era cuando cogíamos, dejábamos la pasión de lado, sin palabras románticas, sin caricias, era sexo salvaje, sexo ...
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