Fin de año salvaje - Relatos Eróticos

Fin de año salvaje

Resulta que llevo casada desde hace unos 12 años y mi marido suele viajar muchísimo por motivos de trabajo, yo jamás había sido infiel a mi marido y nunca hubiera pensado en serlo, pero las circunstancias de la vida a veces juegan con una misma.

Mi marido tenía que estar de viaje en fin de año y mi familia vive a mas de 300 kilometros de nuestra casa por lo que me esperaba una noche vieja bastante solitaria, un compañero de trabajo me dijo que unos amigos suyos organizaban en un chalet una fiesta de fin de año bastante divertida, al principio le dije que no quería ir pues no conocía a nadie y me daría bastante corte, pero a última hora y ante la persepectiva de verme sola en fin de año decidí aceptar.

El compañero me llevó a la fiesta y me presentó a varios amigos y amigas y al anfitrión, un chico muy joven soltero. Después de hablar con bastante gente sobre todo con las mujeres y beber un poco me encontraba bastante agusto aunque me dí cuenta que hera la única mujer que no acompañaba a su marido lo cual me hizo sentir un poco incómoda. A lo largo de la noche las parejas poco a poco se fueron marchando y yo había bebido ya más de la cuenta por lo que estaba un poco contenta. El compañero de trabajo me dijo que se iba con unos amigos a a una zona de marcha y me pregunto si antes me quería dejar en casa, al sentirme un poco carga decidí decirle que no hacía falta que me llevara y que me lo estaba pasando bien, aunque la verdad es que tenía ganas de irme.

Me quedé ...

... tomandome una copa cuando me dí cuenta de que no qudaba casi nadie en la fiesta solo el anfitrión con tres chicos solteros, entonces se acercaron a mí y empezaron a hablarme, me preguntaron que les parecía una mujer muy atractiva lo cual les agradecí, les pedí otra copa, a lo que uno de ellos me dijo que con gusto me la serviría pero antes tenía que hacer algo. Yo sorprendida riendome le dije que que era eso tan misterioso que tenía que hacer, entonces él me dijo que solo tenía que mostrarles los pechos.

Ante tal propuesta me eche a reir, les dije que estaba casada y que no les iba a dejar salirse con la suya.

El anfitrión me dijo que no tenía por que hacerlo y si quería podia acercarme en coche a mi casa o si me encontraba muy cansada me dejaba una habitación para dormir, pero terminó diciendo: -Si lo hicieras te lo agradeceríamos un montón, pues debes de tener unos pechos preciosos... -

Con todo lo que tenía encima accedí pero les advertí que después me tomaría una copa y me acostaría pues no me apetecía montarme en ningún coche dadas las circunstancias.

Me deslicé los tirantes del vestido y me quité el sujetador, se qudaron mirandome las tetas, he de decir que tengo una 100 o sea estoy bien dotada de pecho, jeje, después de quedarse como tontos mirándolas, uno de ellos, el más joven (no tendría ni 25 años) me soltó, -menudas tetazas que tienes, tu marido tiene que hacerse unas cubanas de miedo -

Yo no contesté a eso, entonces el anfitrión se quedó con el ...