La prometida - Relatos Eróticos

La prometida

... hacia atrás y adelante, no quiero dejar de ejercer presión sobre su cuello, no duro ni un minuto así y siento como su vagina aprieta mi pene nuevamente, sus tiemblan y ella jadea como dando múltiples alaridos pequeños, es suficiente suelto su cuello y la dejo tomar la primer bocanada de aire desde que puse mi mano en su cuello, coloco la otra pierna en mi hombro y la mano que la sostenía la pongo contra el colchón a la misma altura que su mano derecha, empiezo a penetrar con fuerza, mi pene sale y entra con tan facilidad que mis testículos golpean su cuerpo haciendo un sonido parecido a un aplauso, sus piernas vuelven a temblar y mi pene es apretado como si quisiera exprimir una fruta.No puedo más, trato de distraerme pero el olor, los sonidos y las sensaciones no me dejan quitarle un instante mi completa atención a la tarea que estoy haciendo, suelto sus manos la tomo de su cuello y dejo caer mi peso sobre esos dos puntos de contacto, mis testículos se contraen permitiendo que mi pene entre un par de milímetros y entonces eyaculo, seguido de pequeños espasmos que me hace apretar un instante con mas fuerza su cuello, ella toma con fuerza mis muñecas alejándolas de ella tardo un segundo en liberarla, al hacerlo ella da una profunda bocanada de aire mientras que aprieta con sus manos el colchón y de nuevo ese maravilloso espectáculo de sus piernas estremecerse mientras su vagina exprime mi pene.Tardo un segundo en recuperarme, lentamente saco mi pene de su vagina y ambos al sentir mi glande rosando sus paredes vaginales tenemos pequeños espasmos, estoy cansado, me dejo caer a su lado derecho ella se acurruca en mi pecho y hace círculos con sus uñas rosándolas sobre mí.-Ramiro- Dice ella.- ¿Dime Ana? –- Cuando este casada prométeme que me seguirás cogiendo como hoy--Cuando estés casada te voy a coger más rico-FIN