Chantajeada por el jefe de mi esposo - Relatos Eróticos

Chantajeada por el jefe de mi esposo

... estar en la misma habitación con nosotros para asegurarse de que solo seria un desliz de labios y que no intentaría sobrepasarse pero que si de algo estaba seguro es que esa seria su ultima propuesta, no aceptaría nada menos que eso, ni siquiera sexo oral. Esa noche mi marido me contó sobre la oferta de su jefe y, aunque era asqueroso, le sugerí que estaría dispuesta a hacerlo si su jefe aceptaba que mi esposo mantuviera su trabajo y lo dejara trabajar de noche. mi marido tampoco estaba contento, pero no teníamos muchas opciones. mi marido le dijo a su jefe que lo haríamos. Como estaban las cosas su jefe nos comento que este sábado seria el encuentro y estaría muy encantado que fuera en su casa, sin mas que decir mi marido se retiro de la oficina con la cabeza baja sabiendo que nuestros planes del fin de semana pasarían de ser uno de los mejores momentos ha todo lo contrario. El viernes en la noche tocaron a mi puerta, era el repartidor con 2 paquetes, ambos eran enviados por Oscar, el primero era una caja grande de una reconocida firma de ropa elegante, estaba rodeada con una cinta color rojo. Pedro todavía no estaba en casa y me preguntaba si sabía que su jefe había enviado un regalo. solté la cinta y se desató casi sin esfuerzo. Me sorprendió que Oscar hubiera puesto en la tarea de hacer esto, cuando levanté la tapa de la caja pude oler el papel perfumado acunando el contenido, retiré la primera capa de papel y encontré un sujetador de encaje negro y bragas, el material ...

... era muy delgado y frágil, pero parecía muy caro. Los coloqué a un lado y quité la siguiente capa de papel revelando un vestido de cóctel negro muy sencillo, el vestido tenía la espalda descubierta hasta el comienzo de la cintura y el cuello en V de corte profundo. La segunda caja contenía una botella de loción para el cuerpo y un par de costosos zapatos de tacon negros, un poquito más altos de lo que yo habría elegido, me puse los zapatos y para mi sorpresa encajan perfectamente, no tenía ni idea de que Oscar sabía el tamaño de mi zapato, me quité el vestido y me senté desnuda en el borde de la cama todavía con los tacones negros, me sentí sexy, casi como una puta preparándose para follar a su cliente y lo que más me sorprendió fue que me gustó la sensación. Comencé a frotar la loción en todo mi cuerpo, hacía calor y me hacía hormiguear la piel, nunca había oído hablar del este producto antes, pero se sentía increíble y olía aún mejor, luego me puse el sujetador y las bragas y me paré frente al espejo, me veía genial, las bragas de tanga estaban sujetas por un hilo muy delgado y casi no podía sentirlas. El material de encaje era casi papel, invitaban a que fueran retiradas con pasión y picardia, finalmente, me puse el vestido negro, el tejido era muy caro y se deslizó sobre mi piel con facilidad, era más corto de lo que estaba acostumbrada, supongo que era claramente demasiado corto, pero cuando me miré en el espejo me impresionó la habilidad de Oscar quién sin conocerme y ni ...