1. Mi problema moral


    Fecha: 15/11/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Eltodasmiasreal, Fuente: CuentoRelatos

    ... 40 min terminamos de pagar
    
    En medio de la plaza
    
    Lo primero que llamó la atención fue que tanto los hombres como las mujeres no perdían la oportunidad para mirar su exquisito cuerpo entallado en su conjunto, obvio las mujeres, incluyendo jovencitas muy guapas, la miraban más bien con envidia que con la morbosidad destacable en las miradas de todos los hombres
    
    Mi madre por su parte parecía ignorar todo lo que ocurría a su alrededor
    
    -Chicos- Dijo mi madre- ¿qué les parece comer aquí?
    
    -Sí mamá, es buena idea, así no tendrías que preparar comida en casa jeje
    
    ¿Ale te parece bien?
    
    Sí- dijo Alejandro con sus ojos de glotón
    
    Bueno, entonces encaminémonos para encontrar el lugar
    
    Era evidente que mientras más caminábamos, más gente miraba el meneo tan inocente pero muy excitante de aquellas nalgas, incluso debo confesar, en algunas ocasiones tuve que frenar de golpe, hincarme y fingir atarme los zapatos para apreciar su culazo desde el mejor plano de todos ¡y vaya que valieron la pena mis intentos! Pues la figura y dimensiones de sus nalgas parecían gigantes desde ahí
    
    Una vez sentados en el restaurante lo primero que llamó mi atención fue que el mesero que nos atendía, era ni más ni menos que EDUARDO el más molesto de entre toda la pandilla, al único que se acordó se dejara de hablar ¡Vaya mala suerte!- dije enojado-
    
    Oye Ale- dije murmurando mientras le tocaba el hombre repetidas veces- ¿reconoces al mesero?
    
    Ale por su parte ahora en frente de mi ...
    ... madre estaba mudo, perdido en sus encantadores ojos mientras mi madre muy femenina platicaba con él.
    
    Olvídalo infeliz- dije aún más bajo-
    
    Cuando trataba de reconocer al muchacho, pues era complicado por su cabello ahora largo y con una perforación en toda la nariz, vi cómo se acercaba y cómo ya me había reconocido.
    
    ¡Pero mirad quiénes están aquí! Son ni más ni menos que los más tetos de la escuela jajajaja- reía burlón
    
    -Mirad ahora quién está en la mierda- contesté ironizando- ¿ya saliste del reformatorio o sigues robando?
    
    En cuanto dije eso tanto Ale como mi madre dejaron de hablar entre ellos y prestaron atención al mesero
    
    Alejandro sorprendido por la presencia de Eduardo se intimidó muchísimo, se enrojeció e incluso sudó por el miedo, pues la apariencia de Eduardo era imponente sobre todo por su estatura, su cabellera, su mirada de asesino, su nariz chueca y sus manotas, con las cuales nos llenaba de zapes en todo momento, sobre todo a él.
    
    Mi madre por su parte tan inocente como siempre lo saludó agitando su frágil brazo mientras lo miraba con alegría. En cuanto terminó de saludar para mi sorpresa Eduardo cambió su actitud con nosotros, fue más atento, más educado y servicial, de modo que apuntó la orden con atención y sin causarnos problemas, no obstante sus miradas disimuladas siempre se posaban sombre los abultados pechos de mi mamá, quien como era de esperarse ni se inmutaba
    
    -hola caballeros y hermosa dama- me llamo Eduardo y hoy tengo el privilegio ...
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