Mi problema moral - Relatos Eróticos

Mi problema moral

... moral

Mientras estaba de regreso un cosquilleo extraño pero nada despreciable se manifestó; con cada paso aquella emoción se volvía más fuerte, tanto que me fascinó. ¿Pero por qué? ¿Acaso me gustaba tanto el culazo de mi madre que no mi importaba que lo miraran otros? ¿Tan corrompida estaba mi mente?

Cuando regresé a la sala Alejandro estaba jugando una reta con Ramiro, el partido estaba parejo, iban dos dos, a un lado estaba Luis que tras darse cuenta de mi presencia se puso un poco nervioso

¿cómo va el partido? - les pregunté disimulando todo lo que vi

Nada mal hermano jejeje- contestó Luis más tranquilo

-Bueno... En realidad no importa, continuemos con esto- me atreví a decir ¿Pero por qué?-me pregunté, ¿por qué no los encaro y golpeo a estos pervertidos?.

Alejandro por su parte sólo se limitaba a mirarme mis reacciones, pues me conoce muy bien, no por nada es mi mejor amigo

En cuanto terminó el partido Ramiro me dijo

-de hecho ya nos tenemos que ir hermano- me miró a los ojos burlón- tenemos asuntos pendientes- dijeron nerviosos

Está bien campeón- luego nos ponemos de acuerdo

Acto seguido se fueron

Yo también debo irme hermano, pero pronto nos veremos- dijo Alejandro

Está bien, suerte y gracias por venir.

Mientras recogía mi play no dejaba de preguntarme por qué no fui capaz de encarar a mis amigos, por qué no les reclamé su conducta, por qué rayos los volví a invitar, estaba de hecho arrepentido por mi comportamiento

Arrepentido ...

... y después de 20 min de meditación decidí subir a mi habitación.

Con la mirada hacia el piso y resignado llegué, pero justo cuando estaba por entrar, mi bellísima madre cruzó el corredor con sólo una toalla blanca que apenas le cubría sus apetecibles pechos, y aunque sus brazos no me dejaron contemplarlos por completo, pude percatarme que los tenía enormes, ¡pero qué sorpresa!

De hecho nunca me había detenido a mirar sus apetecibles tetas, ya sea porque a mi madre nunca la vi como un objeto sexual ni con morbosidad, bueno… hasta estos días, pues a pesar de ser su hijo ni siquiera yo puedo resistir a tanta sensualidad

Ella es alta, de 170 aproximadamente, rostro bello, vientre plano, rostro delicado y con facciones finas

¡Ayy- aquí estás jajaja!- dijo- pensé que no había nadie, es que se me olvidó mi bata

-No te preocupes mamá- alcancé a decir

Ella se metió con rapidez y muy apenada a su habitación, pero no sin antes volverme a propiciar inconscientemente otro espectáculo, pues por las prisas aquel meneo de culo fue maravilloso seguido de sus vibrantes muslos y piernas largas tonificadas, éstas estaban empapadas de gotitas de agua por toda su extensión ¡pero qué hembra!- Me dije en mi cabeza- ella debe ser mía jajaja

Ya sobre mi cama medité, recordé todas las situaciones morbosas vividas, lo que un simple juego entre amigos desembocó, el irónico cambio de fortuna que Ramiro tuvo, la actitud de mi madre tan inocente, ese culazo, esas piernas, esos muslos, su ...