Un culo, la primera vez - Relatos Eróticos

Un culo, la primera vez

... mientras metía el pulgar en su culo. 
Pienso que el alcohol y la adrenalina de follar en un auto la habían deshinibido, no le importaba la presencia de nuestro amigo, gritaba y jadeaba como posesa, la dejé venirse por segunda ocasión y empecé a mover más rápido  hasta que no aguanté más y me vine dentro de ella.
Martín, ya había detenido el auto y estaba magreándole las tetas sin que ella se opusiera, salió del auto, abrió la puerta trasera y tomándola de la cintura la hincó en la orilla del asiento, con el culo al aire, se sacó la verga y se la metió, sin que ella opusiera resistencia, tomó mi verga con una mano y empezó a lengüetearla, por lo que reaccionó, se la metió en la boca, mamándola mientras gemía, Martín terminó dentro de ella con un fuerte embate mientras ella gemía con la verga en su boca.
No quería desperdiciar la erección que me había provocado, me salí del auto, fui al otro lado, donde aún estaba hincada con el culo al aire, recuperándose de la venida que acababa de tener, le coloqué la verga en la entrada del culo que estaba muy estrecho, ...

... poco a poco lo fui dilatando arrancándole unos pequeños grititos, finalmente estuvo dentro y ya no lo dejé, metía y sacaba, fuerte y despacio, mientras Martín se había colado al auto para gozar de una mamada que no pudo ser porque Bety se concentró en lo que estaba recibiendo.
Me vine dentro de ella y saqué la verga hasta que sentí que había desalojado hasta la última gota.  Se tendió en el asiento  bocaabajo, completamente desnuda.
Abordamos el auto y partimos, en el trayecto, se vistió, me regresó la camiseta y el saco, se puso toda su ropa y nos besamos como pareja normal.  Llegamos a su casa, se despidió de ambos y nos marchamos.
Martín estaba sorprendido de lo que había ocurrido.
El lunes siguiente, ninguno de los tres habló de la experiencia, meses después ya que Bety y yo iniciamos una relación, me comentó que Martín le había pedido que fuera su novia a lo que ella se negó, cuando martín se enteró de que estábamos juntos, montó en cólera y contó a quien quisiera escucharlo lo que había ocurrido, obviamente nadie le creyó.