1. La 202


    Fecha: 13/10/2019, Categorías: Tus Relatos Autor: Carom, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Cuando menos lo esperaba, mientras estaba sumido en la desidia sexual que me adormecía los últimos años, me encontró una mujer.
    Nunca supe cuánto tiempo fue consciente de mi antes de que despertará mi interés ese día.
    
    No consiguió desconcentrarme de mi tarea, pero una vez que terminé fui cayendo en su juego. (Explico porque) no parecía embobada conmigo, y no pude ver el más ínfimo detalle que delatara algún interés más allá de el de disfrutar mi persona. Me sentí tranquilo y fui consciente de la situación disfrutando así de ello. No me hablo casi de su vida y ni me preguntó por la mía. Así fue como después de haber pasado una tarde, una cena y un paseo habían transcurrido unas cuantas horas tras las que sin casi habernos dado cuenta habíamos acabado en la habitación de su hotel.
    
    La adrenalina de tomar una última copa en su habitación ya se disipó al entrar por la puerta de ese cuarto numerado. Tras cerrar la puerta ya no había tensión, sabía que debía irme o dar un pasito más. El espejo de enfrente en esa entrada, me devolvió la imagen de lo que necesitaba. Aunque ya me daba la espalda nos miramos, no nos sonreímos y eso me dio el pie.
    
    Deslicé mi mano desde su cadera hasta su vientre, a su vez mi otra mano rodeo su hombro hasta acariciar su rostro. Yo contemplaba a través del espejo, y ella lo sintió mientras parpadeó un segundo, volvió a abrir los ojos porque giré su cabeza hacia mi. Me miraba de reojo mientras acercaba mi mejilla a la suya para acercar mis labios ...
    ... a los suyos, y sentir el calor de su aliento con el mio.
    
    Pude besarla, pero no lo hice. Deseaba hacerlo, pero no quería darle tan facilmente a mi animal interior lo que llevaba buscando mucho tiempo. Sí que roze la comisura de sus labios, lo que la hizo suspirar de una manera fugaz y contenida, suficiente para delatarse.
    
    Deseaba algo muy parecido a mí y lo quise comprobar. Me separé dando un paso atrás, mientras terminaba de morderme el labio para quizá aliviar mi arrepentimiento por contener mi bestia. Giro primero su cabeza y después su cuerpo.
    Levantando sus brazos consiguió atrapar mi mandíbula con sus manos llevando mis labios a 3 cm de los suyos, con una voz firme y segura dijo :
    - Me gusta. - sencillo, potente.
    Mantuvo la tensión un instante,  no sé si fue mucho o poco, hasta que ambos comenzamos a respirar más fuerte y creo que ninguno de los dos quisimos contener el impulso esta vez, pero ella fue la que consiguió morder con sus labios mi labio superior, lo hizo otra vez más pero esta vez note su lengua al retirarse. Así que mi lengua automáticamente fue en busca de la suya. Pero la bestia que me había poseido no me permitió gozar eso por mucho tiempo. 
    
    Volví a disfrutar del espejo gracias a que mi apasionada voracidad le dió la vuelta bruscamente; tuvo que apoyarse en el, porque mi instinto me pidió agarrar sus glúteos con mis manos apretándolos con relativa fuerza. Suspiró. Eso fue realmente gratificante. Así que quise recompensarselo atrayendola hacia ...
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