1. Siempre en el closet 1


    Fecha: 13/10/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Arturo Suárez, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... placer en mi ano.
    Aunque tengo práctica metiéndome cosas al culo, siempre lo hago después de lubricarme bien, temo rasgar mis pliegues si no lo hago, pero aquí en el taller ¿Cómo voy a lubricar mi desesperado ano?, debo decidir rápido, cada minuto que pasa me pone en peligro. Nadie debe saber mi reprimida inclinación sexual, perdería todo, trabajo, familia, reputación.
    Estoy dispuesto a meterme el desarmador sin lubricante, pienso en usar aceite o grasa, sé que debe de haber en algún lugar. 
    ¡Lástima! Demasiado tarde, los pasos y los silbidos que oigo son de él. Acomodo la ropa rápidamente. Suelto el desarmador y simulo buscar cualquier chuchería en el taller.
    Él entra como si nada, no se si note que estoy nervioso, casi sudoroso de las manos, las mejillas sonrojadas por la excitación y mi verga semierecta todavía de haber estado pensando en él. Él es heterosexual, tiene esposa e hijos. Es amable y agradable y yo, yo soy el cobarde de siempre ese que desde hace más de cuarenta años ...
    ... vive esperando que alguien como él lo estrene.
    -¿Todavía aquí?- me pregunta.
    -Necesito un poco de aceite o grasa para lubricar unos tornillos que no penetran bien y que quiero que entren hasta dentro- contesto en un juego de palabras que no se si el entiende.
    -Está en el cajón de abajo, ahí debes buscar cuando necesites lubricar algo-, sonríe, toma la herramienta por la que fue y se retira, silbando.
    Yo me quedo mirándolo, mi deseo sigue ahí en el bajo vientre, mi ano sigue ansioso y mi verga apestará todo el día porque no pude evitarlo, de solo verlo, escucharlo e imaginarlo me vine un poquito, lo suficiente para que mi verga despida ese olor a semen coagulado. Debo procurar asearme.
    No puedo quedarme más en el taller, debo ir a mí oficina. Siempre he sido cuidadoso por eso nadie sospecha. Pero ahora estoy más cerca del placer. Ahora ya se dónde están los lubricantes. La próxima vez, no será mío, pero me haré una rica paja oliendo su ropa y pensando en él mientras visito su taller.
    
     
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