1. Me detuvieron en las guarimbas por guebon y me violaron


    Fecha: 17/11/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Tader, Fuente: SexoSinTabues

    Advertencia: el relato es verídico y contiene escenas fuertes que quizás no sean para todo público. Al principio era una violación, pero como comprenderán es obvio que a estas alturas más que un trauma sólo se volvió una experiencia más para contar. Por último, todos estamos claro que es imposible acordarse de los diálogos al pie de la letra, y tendré que parafrasear con lo que recuerde. Igual hay diálogos que sí me acuerdo porque son frases que marcan la vida de uno, y más en una situación tan fuerte como esta. Si no te gusta leer mucho, entonces es mi deber recomendarte que no continúes porque aquí hay muchas cosas que leer. ------------------------ Escribo esto EL 13 de abril, 2018. El año pasado, 2017, en Venezuela se llevaron a cabo unos eventos algo catastróficos que muchos recuerdan como manifestaciones alzadas por la mayoría de los estados, porque ya no es un secreto lo que sucede aquí. De hecho, si mi memoria no me falla, ya ha de haber pasado el aniversario de dichas manifestaciones que se mantuvieron durante meses, y de hecho provocaron que mi universidad se fuera a paro temporal por todo el cierre de las estaciones del metro. No perderé tiempo en describirme con lujo y detalle porque no viene al caso, pero voy a dejarte con una sencilla imagen mental mía. En realidad, soy un chico de piel blanca clara (casi europeo tostado) de 21 años que para el año pasado tenía 20, y tengo la pequeña desgracia/bendición de aparentar menos edad de la que tengo, algo de familia. ...
    ... Lo cual, sí, parecía y parezco tener menos de la edad real. No te dejes engañar, el que tenga menos edad no significa que no sepa escribir coherentemente, ya que estudio en la U-Simon-B y ahí todos somos unos nerds. En resumen: soy un niño, y uno muy guevon al parecer. Los militares y la policía son unos malditos, eso es de entrada algo que tienen que saber. Y yo sabía historias de que agarraban a muchachos al azar y los detenían injustamente sin hacer nada sólo para aumentar el número de desaparecidos. Yo creía esas historias porque… que va, son unos malditos bien malditos, y aún los odio, pero en mi mundo de fantasía “¿qué iba a llamar yo la atención si me la paso con un libro en la mano, mi bolso lleno de cuadernos, y tengo unos lentes que aumentan más mi jovialidad frente a los demás?” Bueno, pues bien equivocado que estaba. Muchas advertencias me dieron. Un día bajaba de la Universidad al medio día luego de haber pasado toda la mañana estudiando en la biblioteca y de haber aprovechado unas pocas clases que algunos profesores podían dar. Como era de esperarse las estaciones de Chacaito-Chacao estaban cerradas, así que el bus me dejó en Plaza Venezuela. Yo tenía que ir a Chacaito al Allegro a preguntar por clases de Violonchelo, y maldita sea parece que nadie en este jodido país sirve porque ponen los teléfonos del local y nadie responde. (Hola, si tú haces esto: te odio con toda mi alma). En pleno camino por Chacaito, pudiendo ver que no había mucha gente, se prendió el ...
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