1. Me detuvieron en las guarimbas por guebon y me violaron


    Fecha: 17/11/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Tader, Fuente: SexoSinTabues

    ... peo justo en ese momento. Todos comenzaron a correr, yo me quedé sin saber qué hacer porque no preví esta situación y sentía que si corría más bien iba a llamar más la atención. Así que caminé a paso rápido hacia un centro comercial. Lanzaron bombas lacrimógenas adentro, me comenzaron a arder todas las mucosas que no podía ver ni respirar, tosía, me dolía el pecho, y eso fue lo que me motivó a correr fuera del recinto comercial. En el momento que empecé a correr sin ver hacia donde iba, unos militares me agarraron de la hebilla del bolso y me tiraron al suelo. Yo les grité que me estaba asfixiando, que qué hacían, que yo no había hecho nada. -Callate ma’guevo que tú andabas en mala pinta. Yo me hiperventilé y desesperé porque quería decirle que mirara mi bolso, que era un estudiante, que no tenía nada que hicera daño. Que me dejara llamar a mi mamá. -Telajeta maricon, vas detenido. Los maldije todo el rato. Me batuqueé y se los puse difícil porque con esos monos jamás se puede hablar civilizadamente. Me fui entre el medio de los dos en la moto, yo todavía mareado. Mi bolso me lo quitaron ellos, y estaba pila a ver cuando podía usar mi teléfono para llamar a mi mamá y gritar que me estaban secuestrando. De hecho, pensé mucho en tumbarnos a los tres de la moto y salir corriendo… pero era muy probable que me dispararan por la espalda como los cobardes que son. En fin, todo era un campo de guerra, Y yo estaba en el medio, llorando muy desesperado porque ¿cómo le iba a decir a mi ...
    ... mamá donde estaba? Me pasó por la mente que me iban a matar, que me iban a torturar como escuché en las cadenas de whatsapp. Que debí haber hecho caso. No tienen idea de cómo lloré todo el camino, tanto así que olvidé por completo por qué caminos nos metimos, en qué zona andábamos, todo. El militar me decía que me callara y dejara de llorar, o se burlaba de mi. Hijo de puta. En resumen, me metieron a una celda que más que celda con barrotes parecía un cuarto con tubos y mucha gente amarrada al centro. Eran otros estudiantes que estaban en la misma que yo, TODOS parecían mayores que yo. Yo memoricé las caras de aquellos guardias que pasaban delante de mi. Los veía con odio, con mis ojos inyectados en sangre, y ellos parecían disfrutar de mi dolor y miedo porque me intentaban asustar dando un paso al frente como si me fueran a pegar. La verdad creí que hasta ahí iba a vivir. Me esposaron al centro con unos mecates(cuerdas de metal o plástico resistente), y se quedaban vigilándonos. Habían chicas, chicos, algunos lloraban, otros se consolaban. Yo intenté hablar con uno de ellos, pero me decía ‘shhhhh’ como que si hablaba me metería en problema. No pude hacer nada, ni si quiera intentando hacer lo que ví en las películas servía en esa situación. Todo en deplorables condiciones. Y así nos dejaron varias horas… Las horas pasaron…y pasaron…y pasaron… yo me desesperaba porque al ver que era casi de noche, mi mamá podía estar preocupada ya, toda la familia en pánico. ¡NO TENÍA NADA EN ...
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