El Intruso capítulo 8 - Relatos Eróticos

El Intruso capítulo 8

... lo apretó por encima del pijama, movió su mano como ya sabía hacerlo, deje de besar a Lola y regresé a perlita que movió su mano con más entusiasmo cuando la bese. Mi zona límbica explotaba de placer, me levante y las junte a las dos, ellas se tomaron de la mano y separaron sus piernas cruzándose entre ellas, sus zonas púbicas están cubiertas por las pijamas, pero quedaron expuestas a mí, las dos me sonreían, se veían felices, mis manos fueron a acariciar cada rajita, lo hice con el pulgar al mismo tiempo y vi como las dos abrieron sus boquitas sincronizadas, sus ojos se nublaron, sentí la humedad de Lola, creo que estaba muy mojada que traspasó su pantaleta y pijama, apreté con mis pulgares sus clítoris y ellas gimieron al mismo tiempo. Estaba sujetas de sus manos y las manos libres apretaban las sábanas, solté sus rajitas y me agaché apoyándome de mis manos a cada lado de sus cabezas, besé a lola y después a perlita, lo hice con más entusiasmo, mi lengua hurgaba desesperada sus boquitas, ellas ansiosas sacaban su lengua correspondiendo al beso. Mis manos se turnaban para apoyar y no caer sobre ellas mientras la otra acariciaba sus pechitos, ellas gemían quedito, sabían que no debían hacer mucho ruido, Toñito podría despertarse. ‐ Creo que necesitaremos mudarnos a una casa más grande ¿no creen?—dije yo mientras las acariciaba ‐ Si mi amor aaahhh Contesto Lola mientras le masturbaba la rajita, me enderece y rápidamente me quité el pijama, ellas subieron sus piernas y sus ...

... ropa de la cintura hacia abajo desapareció, las vi y seguían acostadas boca arriba con sus piernas abiertas, solo que ahora sus rajitas estaban desnudas, lola ya presentaba vello púbico, pero era muy escaso, parecía que por genética no sería de mucho vello púbico, en ese momento recordé a Carmen, ella si era de mucho vello, me fascinaba verla depilarse con su rastrillo. Sacudí mi cabeza, no era momento de pensar en ella, tenía que decidir a quién me cogería primero, no titubee, me abalancé sobre Lola que abrió sus piernas al máximo para recibirme y después abrió su boca cuando la penetré, sentí la gloria dentro de esa rajita, me moví penetrándola y con mi mano libre masturbe a Perlita que atenta nos miraba ‐ Aaahhh aaahhh ‐ Aaahhh aaahhh Las dos gemían de pacer debajo de mí, bombeé a Lola 30 veces, las conté, quería ser equitativo con las dos, las últimas cinco bombeadas fueron rápidas, su raja se mojó contrayéndose en su orgasmo, se salí de ella y mi mano fue a acariciarla en la raja, ella siguió gimiendo, abrió los ojos para ver cómo me subía en perlita y la punteaba con mu verga dura como roca, el glande se atoró en el introito y empuje, el moco vaginal de Lola sirvió como lubricante, Perlita frunció el entrecejo al sentirse penetrada por mí. Me moví un poco menos brusco que con Lola, perlita era más pequeña y tardaba más en acostumbrarse, cuando abrió su boquita supe que era el momento de iniciar mi vaivén copulatorio ‐ Aaahhh Gimió mi pequeña hija al sentir mi pene entrar y ...