Mi amor prohibido - Relatos Eróticos

Mi amor prohibido

... como amarrados, seguía con sus besos por mi cuello, mis pechos. Flexione un poco mis piernas y quedé totalmente expuesta a su pene.
Empezó a penetrarme, sentía como esa cosa caliente y dura iba rompiendo y abriéndose camino centímetro a centímetro en mi  vagina virgen, yo lloré  y lo abrasé más fuerte, sentí un gran dolor al principio pero no pude hacer nada; era como si mi cuerpo lo quería, cuando me penetró hasta el fondo le pedí que espere un poco que me dolía mucho, al mismo momento empecé a sentir un calor que inundaba mi cuerpo, metí mis uñas en su  espalda, en eso sentía que mi vagina explotaba, vino mi orgasmo, mi vagina empezó a tener contracciones apretando más fuerte su pene y sentía que salían líquidos y no aguataba más pero tampoco quería que lo saque. Al rato empezó a meter y sacarlo despacio, su pene ardía, quemaba en cada movimiento, a pocos minutos me dice al oído: ”voy a llenarte de semen tu vagina y serás mía por siempre; solo le dije que tengo miedo pero que si quiero sentirlo  todo”.
Casi inmediatamente eyaculó dentro de mí, esa sensación fue tan maravillosa, algo caliente recorría mis entrañas y a la vez él se apretaba más, luego de eso quedamos un rato juntos hasta que  su pene se durmiera; fue extraordinario. Al levantarme teníamos las sábanas manchadas de sangre y otros fluidos los puse a lavar inmediatamente antes de que alguien los viera.
Aquella tarde y noche no pude dormir pensando y recordando paso a paso todas aquellas sensaciones que ...

... pasamos, lo veía y tenía ganas de acercarme pero mi hermana ya estaba con él y no podía.
A la semana siguiente igual nos quedamos solos dos en la casa y nuevamente me entregué a él, quería sentirlo de nuevo; y efectivamente creo que fue mejor que la primera vez, esta vez con más tranquilidad, empecé a disfrutar de todas esas sensaciones maravillosas, sentía que me quemaba y ardía al momento de cada penetración, en medio acto tomó mi mano y lo llevo a su pene. La mitad de su pene lo tenía penetrado y en la otra mitad lo agarre con mi mano aquella cosa muy mojada y dura y empecé a presionarlo a pedido de él.
Luego de aquella vez se volvió como una costumbre, buscábamos siempre cualquier circunstancia para quedarnos solos y entregarnos en cuerpo y alma, para mí era mi primer amor y toda yo le pertenecía.
A los pocos meses mi hermana y Luis celebraron su matrimonio religioso, todos se emborracharon incluida la novia. Luis evitaba tomar, sabía que si no se emborrachaba tendría su premio y en efecto  por la noche lo llevé a su cama y antes de dormir me puso en cuatro y esta vez sin piedad alguna destrozó mi ano, finalmente quedamos dormidos junto a mi hermana. A la mañana siguiente mi hermana se despertó temprano y salió a hacer el desayuno, yo fingí estar muy mal de la resaca y me quedé acostada a lado de Luis, apenas sale mi hermana y Luis se abalanzó sobre mí, puso a un lado mi braga y empezó a penetrarme, dejando su semen  en mi cuerpo y vestido. Me levante y fui a darme una ...