1. El papá de mi amigo, parte 2


    Fecha: 18/11/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... fui directo al lobby y le hable a Pedro me dijo que pasara al 15vo piso (el último) y me dio el número de habitación. Fui para allá toqué la puerta, en unos segundos Pedro atiende la puerta. Al parecer él había tenido la misma idea que yo, estaba vestido muy bien, como si fuera a una cita, entre y le di un beso, se había dejado la barba más larga como le dije, le quedaba bastante bien, traía una camisa con los botones abiertos que dejaban ver su musculoso y peludo pecho y sus brazos bien torneados parecían que apenas cabían ahí. Ya con la puerta cerrada le empiezo a agarrar el culo mientras nos besamos, el se quita y me dice, que primero quería que cenáramos, no me había dado cuenta que había reservado una suite, muy grande, con sala, cocina, jacuzzi y una cama muy grande. En la sala había una mesa puesta con vino, velas y la cena. Cenamos y bebimos vino, como no tomo mucho con dos copas ya me sentía mareado pero Pedro como si nada. Terminamos de cenar y todavía seguíamos hablando de todo, teníamos muy buena química y eso hacía que en la cama nos lleváramos aún mejor. Me sentía muy cómodo con él y eso creaba un ambiente muy relajado. Pedro empezó sutilmente a decirme que ya quería que me lo llevara a la cama, mientras hablaba pasaba su pie por abajo de la mesa rozando toda mi pierna. Poco a poco se me puso dura, hasta que ya estaba totalmente erecta, sentía mis 21 cm en todo su esplendor queriendo salir de mi pantalón. Me pare de la mesa para que Pedro pudiera ver ...
    ... erección, el también se levanto y también la tenía dura caminamos al lado de la mesa para empezarnos a besar. Sentía nuestras vergas atrapadas en nuestros pantalones chocar mientras nos besábamos. Mientras nos besábamos se acerca a mi odio y me dice, “Quiero que me cojas en cada rincón de esta suite. ” Nos fuimos moviéndonos besándonos y quitándonos la ropa, llegamos primero a la cama, ya cuando nos tiramos en ella no teníamos la camisa puesta, ni los zapatos. Mientras fajábamos acostados en la cama el me quito en cinto y me bajo el pantalón, yo procedí a quitármelo junto con mi boxer, dejando libre por fin a la gran verga que me cargo. Hago lo mismo con él pero cuando le quitó el pantalón traía un suspensorio puesto. Se lo deje, me lo quería coger así. El rápido me la empezó a mamar como el sabe hacerlo, el estaba acostado boca abajo levantando la cara y yo estaba de rodillas. El chupaba como nadie, con una habilidad que me había suspirar más de una vez. De vez en cuando lo agarraba del pelo y le penetraba la boca moviendo mi cadera, eso a él le gustaba, le encantaba que lo hiciera mi perra y ya me lo había dejado más que claro la otra noche. El parecía que jamás se iba a hartar de mamar de mi pedazo, todo se resumía en mis gemidos, sus sonidos de garganta profunda y una que otra frase obsena. Si le sacaba mi verga de la boca el rápidamente se la volvía a meter, y de vez en cuando se la sacaba para pegarle en la cara con ella, él solo dejaba la boca abierta lista para metérsela de ...
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