1. El papá de mi amigo, parte 2


    Fecha: 18/11/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... un rato, le fui dando besos y chupadas en diferentes partes del cuerpo. Primero su cuello, después su pecho lleno de bello que tanto me prendía, sus axilas que me fascinaba el olor que tenían a macho, su abdomen cubierto de bellos también, su pubis hasta llegar a su verga. Pedro no tenía una verga nada mal, unos 18 cm. , le quite el suspensorio que aún traía y le chupe el pene que nunca mis labios habían tocado. No soy tan fan de chupar vergas, pero Pedro me prendía tanto que aún después de venirme quería saborearmelo todo, incluso su verga. Le chupe su verga y después sus huevos, después de un rato de mamar y fajar mi pene ya estaba erecto de nuevo por lo que decidí de sus huevos ir más abajo, mientras el estaba acostado boca arriba le levante las piernas para descubrir ese hoyo que estaba en ese momento chorreando de mi semen. Lo vi y le metí un dedo, salió manchado de semen, lo metí a la boca a Pedro, a él le fascinaba el sabor. Tomé el lubricante y puse en mi verga y en su culo para seguírmelo cogiendo como a los dos más nos gustaba, de misionero. Puso sus piernas en mis hombros y se la metí rápidamente, sentía que jamás me iba a venir, me lo cogí lo más duro que pude por bastante rato, como ya me había venido esta vez dure mucho más y a Pedro le fascino. Después de estarle dando duro a su agujero de misionero, besándonos y disfrutando, aún sin venirme Pedro me dice que quería que me lo cogiera en toda la suite. Nos levantamos de la cama, nos vamos hacia la mesa donde ...
    ... habíamos cenado y el se recargo con las manos en la mesa y inclinándose un poco levantando el culo y yo parado le di por detrás. Le daba nalgadas con todas mis fuerzas, lo tomaba del pelo, le lamía la espalda y atrás del cuello, el solo gemía mientras yo me lo saboreaba y mi verga entraba y salía de su culo. Se la saqué y me senté en una de las sillas, el automáticamente se sentó en mi pito viendo hacia mí. Mientras me montaba, nos besábamos, yo pasaba mis manos por todo su cuerpo. Pedro subía y bajaba su cuerpo, aunque la vez pasada que me montó no me había gustado mucho, está fue más íntima y nos gustó más a los dos. Con todas mis fuerzas cargue a ese tremendo macho en mi cadera, aún con mi verga adentro, a penas podía a ese tremendo cuerpo sin embargo mi excitación era tan grande que no quería moverme sin sacarle la verga de su lugar. Lo lleve para la cocina y ahí me lo cogí yo parado y el colgado de mí, después me contó que nunca lo había hecho sentirse tan perra. Él se colgaba de mi cuello con sus dos brazos y yo lo tenía de frente. Después de pocos minutos el se bajo de mí y se volteó recargándose en la barra de la cocina para que le diera más de mi verga. Su culo parecía un molde perfecto de mi verga, estaba totalmente dilatado para tenerla, se la podía meter y sacar fácilmente y aún así se sentía apretadizo. Seguí cogiéndomelo duro, dándole nalgadas y agarrándolo del pelo o del cuello, a él le gustaba sentir como lo dominaba y como lo hacía mío, porque toda esa noche él ...