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Boquita sucia
Fecha: 18/11/2017, Categorías: No Consentido Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
... sentó a mamarnos las pijas, por momentos de a una y a veces juntitas, sin dejar de frotar su cola en las baldosas frías y mojadas. Le fascinaba que se la sacudamos entre los labios, escupirlas y fregarlas en su cara, gimiendo bajito y comiéndose nuestros huevos colmados de leche con felicidad. Aunque, debo confesar que le acabé en las manos mientras me pajeaba y la veía hacerse pichí. Pero ahora estaba más alzado que antes, disfrutando de su boquita besando mis piernas, mi panza y el pito, de los roces de su aliento en mi piel y de sus lengüetazos hasta por mi culo. Rami al toque le pidió explotar en su conchita. Pero ella se puso la tanga y el pantalón, lo pajeó un rato mientras me la succionaba arrodillada junto a la puerta para que él hiciera como si se la estuviese cogiendo aprovechándola medio en cuatro, con las manos sobre la pared y parada. Pero solo frotaba su poronga entre su bombacha, su colita y esa conchita deseada de perrita incurable, donde finalmente le derramó toda la leche, la que según ella le chorreaba por las piernas. Yo le chupé las tetas, y justo cuando se la metí en la boca escuchamos unos golpes en la puerta, aunque me fue inevitable no atragantarla con mi estallido seminal, el que saboreó y dejó caer en sus manos para amasarse las lolas. Al rato todos estábamos perplejos en el aula por su aspecto, su olor a pis, su aliento a leche y su aparente tranquilidad. Las chicas desde entonces le hicieron la guerra, y ese fue el último día que Tati vino al cole. ¡su familia se mudó a otra ciudad por inconvenientes laborales!, nos explicó esa mañana la preceptora, sin comprender nuestra verdadera tristeza. Fin