Mi querido padre y yo... - Relatos Eróticos

Mi querido padre y yo...

... una de sus fotos, el que aprecia en una maratón, con shorts, un top de correr mostrando su pálida piel, y su largo  pelo negro recogido en una cola de caballo. Lo primero que pensé es >Mira lo guapa que es. Ahora mi dulce niña está hecha toda una mujer.< y también se parece a su madre.

Cogi esa foto de recuerdo, y para ponerla luego en el  monedero. De repente sentí que me apretaban un poco los pantalones en las zonas de mis genitales. Me extrañaba que me susediera eso de la nada, pero luego decidí ignorarlo por completo, y ayudar a Brenda a empacar las cosas de mi hija en las valijas. Termine de meter todos sus calcetines y medias y ahora iba a por el siguiente cajón, cual estaba lleno de ropa interior. ¿Debería de hacer yo o debería dejar hacer ese trabajo a Brenda? no se si es apropiado... Suspiro y miro ha mi  hermana quien ya  tenía mucho trabajo de por sí, metiendo las  chaqueas y los  jeans en el maletero.

Es  ridículo hacer un drama por ello. Decidí empezar a agarrar toda la ropa interior y meterla en la mochila. No sabía que usaba sujetadores de tela ni tampoco bragas brasileñas. Se me cayó una de ellas y cuando la agarro, para meterla en la mochila,  sin pensárselo mucho, me la llevó a la nariz olisqueándola. Al ser consciente de la atrocidad que estaba haciendo, la volví a meter en la mochila y me di la vuelta viendo si mi hermana había visto algo. Brenda no había visto nada pero eso no quitaba que me sintiese de cierta forma avergonzado. Mientras terminaba de meter el equipaje de Anita en mi coche y me despedía de mi hermana, me  prometi no volver hacer semejante depravación y que me olvidaría de lo sucedido.