De cancaneo (cruising), en la ciudad.
Fecha: 15/12/2019,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... recuerdo.
Siempre me follaba en el centro de la ciudad, una vez en Durán Loriga, en la entrada al banco Banesto, otra vez en la entrada al garaje al edificio de la Xunta, en la plaza de Pontevedra; ahí nos vieron en plena función, un conductor, que entraba con su coche; solo recuerdo que me follara una vez en un lugar más resguardado, y fue en su coche, era un Ford fiesta, me llevó hasta el monte de la Zapateira, bajando por la pista forestal, hacia Vilaboa, allí me folló dentro del coche, haciéndome poner en pelota picada. Me quitó toda la ropa, me mandó pasar a los asientos de atrás, donde levantándome las piernas y ponerlas en sus hombros, me la metió en el culo.
Fue tan rápida la follada, que quedé con más ganas de que me dieran por el culo, que cuando monté en el coche. Ni siquiera me sacó del vehículo, así totalmente desnudo como estaba, y haberme dado por el culito en aquellos parajes. O haberme dejado que le chupara la polla, o que me hubiera meado el cuerpo, en fin, que fue una follada de aquí te pillo, aquí te mato.
Aquel día fue el único día que lo pude ver totalmente desnudo, pero fue tan rápido la follada, que la verdad es que no valía la pena ir tan lejos para acabar tan pronto.
Lo excitante de ser follado por él, era hacerlo en el centro de la ciudad, y ser follado en donde solía rondar a sus presas.
No solo lo hacía conmigo, ya que lo tengo visto hacer con otros mariconcitos.
Otra de las folladas que me dio, y que recuerdo ...
... con agrado, fue en la calle huertas; es la calle que va desde Durán Loriga, hasta San Andrés.
Ahí me folló en la entrada a un portal, después de haberlo intentado en otros lugares.
Aquel portal, tenía a su derecha la entrada al garaje al edificio, y antes de entrar al edificio, antes de llegar a los timbres, había un pequeño rellano. Pues allí después de hacerme de todo, consiguió bajarme los pantalones por detrás, ya que yo me los sujetaba por delante, para que no me cayeran hasta los tobillos.
Antes de llegar hasta este punto, ya me había metido un dedo en mi culito, me había comido con su boca las orejas, cuello, mordido los labios, y haberme morreado y meterme la lengua hasta lo más profundo de mi garganta.
Por supuesto que yo andaba más salido que una manada de perras en celo, y necesitaba una polla en mi culito, para que lo calmaran.
Aquel día, yo estaba más nervioso que nunca, y es que había bastante gente por el centro de la ciudad, y a los lugares que habíamos ido, no paraba de pasar gente. Así que los 2 estábamos salidos a más no poder, y tan pronto el lobo, consiguió tener mi culito al alcance de su polla, no dudó en metérmela toda dentro.
¡Dios! Ya me había enculado el muy cabrón, mientras yo sujetaba los pantalones para que no me cayeran a los tobillos, y eso que le dije que allí no, que era una temeridad.
Joder, méteme mano, y si quieres te la chupo, pero es que aquí ya ves que no paran de pasar coches, e incluso gente. ...