1. Mi amigo el doctor parte 2


    Fecha: 16/12/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Camilo ardiente, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... a estar flácido del todo aún conserva algo de dureza, para caer encima mío y fundirnos en un beso apasionado. Luego de recuperarnos de nuestros orgasmos, nos duchamos juntos y les confieso que no perdía la oportunidad de seguir tomando en mis manos esa polla para enjabonarla de manera delicada, tomando sus bolas con mi mano cosa que le encantaba, luego también me enjabona a mí y nos quitamos el jabón con el agua que recorría nuestros cuerpos. Nos secamos y volvimos a la cama, pero no para dormir sino seguir hablando, sin querer yo dejar de tener entre mis manos su pene y sus bolas, no tardamos en tener de nuevo nuestros penes erecto y ahora hacernos en rico 69, primero haciéndolo de lado, pero luego el colocándose encima mío lo que me permite chupar sus bolas y tener a mi alcance su ano moreno que ya olía a jabón y que quería lamer, empezando con la punta de mi lengua a rodear su orificio y arrancarle gemidos de placer, intercambiamos la pose y ahora estoy encima de él, y le pido que me chupe las bolas lo que hace con gusto y habilidad, si brusquedad pero haciéndome sentir un placer que me arranca suspiros y más ganas de chupar esa verga que parecía un garrote. 
    Me aparto para quedar con mi boca solo para su pene y empiezo la manada más intensa que le he hecho a ...
    ... macho alguno, con un ritmo seguido gastar acelerar mi sube y baja pero ahora con mi boca, y escucharlo decir, si más, más, más sigue así estoy a punto de correrme y siento las arcadas de su verga, para soltar los chorros de su semen en mi boca y sin dejar que salga ni una gota de mi boca los trago sintiendo su semen caliente en mi garganta. Lo continuo mamando de manera suave para no lastimarlo hasta sentir sus brinquitos que ya no aguantaban más mi boca. Me levanta con sus manos mi cara para llevarla a la suya, besarnos y levantar mi torso hasta que mi pene queda a la altura de su boca y empieza a darme una manada de lo más rico, sintiendo como a los pocos minutos mi leche quiere salir y me pide que se la tire en su boca a lo que acelera su ritmo para terminar mi corrida cómo el quería saboreandola hasta mi última gota. Ya satisfechos quedamos relajados, abrazados y nos dimos un beso que nos fue dejando adormilados y amanecimos asi,  uno junto al otro, yo dejando mi trasero pegado  a su verga relajada y satisfecha igual que mi culito. Bueno tuve que regresar a mi ciudad de donde había llevado el paciente y quedamos de volver a vernos en mi próximo viaje que hiciera a la capital. Y ese es otro relato que les haré, pues fue divertido y emocionante. Hasta pronto.  
«12»