1. Divina y Consuelo


    Fecha: 20/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: LARRY1954, Fuente: SexoSinTabues

    ... Me monté sobre ella y le metí la verga entre sus nalgas, solo frotándome con ella, en ningún momento se la traté de meter, mientras ella se quejaba como si de verdad me la estuviese cogiendo. Era una locura, una morbosa y exquisita locura, dos maduros tocándose, lo prohibido, lo inmoral. La di vuelta y le abrí las piernas, admirando su rosada vagina rasurada, tocándosela, viendo en su mirada el deseo y el placer de recibir mis caricias. No me contuve y me acomodé para besarle esa parte tan íntima, metiéndole la lengua haciéndola estremecer. Le abría sus labios vaginales y le pasaba mi lengua, jugando con su clítoris, mientras con mis manos le agarraba las nalgas. Ella disfrutaba a más no poder, hasta que no pudo aguantar más y acabó en mi boca. Le di un trabajo oral excelente, y continué por un largo rato lamiendo y chupando su vagina luego de que había acabado. Ella después me pidió sentir mi verga flácida sobre su vagina. Se montó sobre pene, sintiendo la humedad de su sexo en la punta de mi verga. Ella con las piernas abiertas, sintiendo el contacto de nuestros genitales respiraba agitada con la boca abierta, cabalgó como buena rejoneadora hasta llegar a un orgasmo profundo y alargado. Dejó de cabalgar y con voz agitada, me dice - ¿Te la puedo chupar? - . Como decirle que no a semejante pregunta, me coloqué de espaldas, mientras mi amiga gateó con sus tetas colgando, colocándose entre mis piernas, tomando mi verga de la base, con el culo en pompa, mirándome a los ojos ...
    ... con una cara de caliente, admirando lo que tenía en su mano, moviendo su pelo muy sensualmente hacia un lado, para abrir su boca suculenta con labios carnoso y meterse mi verga en ella, chupándomela muy suavemente. Fue exquisito ver a mi amiga engullirse mi verga, con que ganas lo hacía, con que dedicación, me la tocaba, acariciando mis huevos, recorriéndola con sus manos de principio a fin, admirándola, deseándola, besándola. A ratos me besaba la base y mis testículos, insertaba dos dedos sobre mi culo para tocar el periné, mi punto G. Realmente estaba recibiendo la mejor mamada que me habían dado en mucho tiempo. Le pedí que colocara mi verga entre sus tetas y así lo hizo. Consuelo y Divina empezaron a masturbarme, hasta al punto en que iba a explotar. No puso ningún reparo, con su vista pegada a mi verga, esperando el momento que saliera mi leche hasta que exploté. Entre mis fuertes gemidos, Consuelo y Divina me exprimían hasta que comencé a descargar mi semen dejando a las nenas completamente mojadas con mi líquido espeso y caliente. Minutos después, ya relajado le dije a mi amiga que terminara su gran labor succionándome hasta la última gota, y ella muy obediente abrió su boca metiendo mi verga en ella y succiono hasta recibir tres descargas suculentas. Pasaron semanas de fogosos encuentros, caricias, masturbaciones mutuas, pero no más allá de sexo oral, a pesar que ella me pedía una y otra vez que de una vez la penetrara. Yo no podía penetrarla por no tener una erección ...