1. Venancio, el viejo tendero 2.


    Fecha: 02/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... preñado y el culito repleto de leche. Hoy vas a ser mi princesita, y tu papi te va hacer gozar como nunca.
       Me fue empujando hasta el final de la tienda, que era donde estaba la cocina, el aseo, y las escaleras que llevaban a su vivienda. Ven vamos para la cocina que estoy bebiendo una cerveza, y en cuanto termine, subimos al dormitorio. Me puso una cerveza a mí, pero le dije que ahora no me apetecía, que mientras el terminaba, yo fumaría un cigarrillo. De eso nada, abrió la cerveza y dijo, toma, así no bebo yo solo.
       Antes de que me sentara, me dijo que podía dejar el bastón blanco allí doblado. Lo doblé y mientras lo dejaba sobre el banco, él me volvió a abrazar y empezó a sobarme por todas partes. 
       Como me gusta tenerte así abrazado, me decía mientras con sus manos buscaba mi cinturón para irlo desabrochando. Me tenía agarrado por la espalda, y de esa manera me fue desabrochando el cinturón, para seguido desabotonarme el pantalón, e irlo bajando. 
       Como vi que eso ya no iba a parar, busqué por encima de la mesa el cenicero, y allí dejé el cigarrillo que estaba fumando. Cuando lo hube dejado, ya tenía al viejo Venancio, bajándome los pantalones.
       ¡Ay que culito, dios! Cuantas veces desee hacerlo mío. Y hoy puedo saborearlo, princesita.
       Deja que te vaya desnudando, y verte totalmente desnudo mientras terminamos de beber las cervezas, mi princesa. Y poco a poco, me fue sacando toda la ropa, incluido los zapatos y calcetines.
       Una vez me tuvo en pelota ...
    ... picada, me dio la vuelta y haciéndome inclinar sobre la mesa, me hizo abrir las piernas, y pasando su mano por mi culo, me agarró las pelotas y polla, para agacharse y abriéndome todo lo que pudo las piernas, me empezó a lamer todo el ano, ¡ummm! Que cosita tan rica que tienes, como la deseo, ¡ummm!
       ¡Dios! El viejo Venancio, tenía una lengua tan larga como la polla que se gastaba, y aquellas lametadas que me daba, me estaban haciendo estremecer de gusto.
    
       Después de lamerme bien el ano, se irguió, pero con su mano ahora iba metiendo uno de sus dedos en mi agujero, ¡ohhh! Si sigues así, me vas hacer correr antes de empezar, le dije. 
      No te preocupes princesa, que esta noche pienso hacerte correr varias veces. Mientras me hablaba, echaba mano a su cerveza, y tras dar un trago a la misma, colocó la botella sobre mi espalda, cosa que me hizo estremecer por el frio de la botella. Tranquilo princesita, que solo voy derramar un poco cerveza, para seguir lamiendo tu agujerito, y además de lavarlo un poco, irte preparando este culito tan delicioso.
       Vertió un poco de la cerveza sobre la raja de mi culito, empezando a frotar con su mano por todo el ano. Luego se volvió a agachar, y a la vez que me iba lamiendo y saboreando con su lengua toda la raja de mi culito, volvió a verter otro poco de cerveza.
       ¡Ohhhhh! Dios, aquello ya me había puesto a mil por hora, y si seguía con aquella tortura, no tardaría en correrme.
       Después de lamerme todo el ano, me hizo erguirme, ...
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